El hecho ocurrió en Hong Kong. La dueña del animal, que se una paciente recuperada de la enfermedad, no quiso que le realizaran una autopsia para aclarar el motivo de su muerte.
Se trató de un Pomerano, de 17 años. El episodio fue confirmado por un vocero del Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación.
La mascota había sido puesta en cuarentena el 26 de febrero, un día después de que la mujer fuera hospitalizada, y había regresado a su casa el 14 de marzo.
En medio de la cuarentena, al can le tomaron muestras nasales y orales. Las pruebas dieron “positivos débiles” para el virus. Sin embargo, nuevos exámenes entre el 12 y el 13 de marzo dieron negativos y el organismo le permitió salir del refugio especial y regresar a casa.
Es preciso destacar que los especialistas aclararon que los perros y gatos no pueden transmitir el coronavirus a las personas, aunque pueden contraer el Covid-19 por pequeños niveles del patógeno.