La Justicia ordenó a Prefectura que secuestre una embarcación que navegaba este lunes en el Paraná y desobedecía el aislamiento social preventivo y obligatorio. El yate “Champagne” era tripulado por Gustavo Nardelli, uno de los directivos de Vicentín, la aceitera en concurso preventivo de acreedores que acumuló una deuda millonaria con el Banco Nación, y sobre quien pesa un pedido de imputación por las presuntas irregularidades.
Fuentes oficiales dijeron que el yate circulaba en el Río Paraná este lunes a las 13.30 cuando fue visto por personal de Prefectura, que hacía controles dada la prohibición de circulación de embarcaciones privadas.
El juez Marcelo Bailaque ordenó el secuestro de la embarcación y mandó a Nardelli y su pareja a cumplir la cuarentena en su casa. Por el hecho podrían darles una pena de seis meses a dos años de prisión. Eso es lo que corresponde para quien viole “las medidas adoptadas para impedir la introducción o propagación de una epidemia”. En tanto, la embarcación quedará secuestrada y amarrada.
Según publicó el sitio Rosario 3, Nardelli y su esposa habrían salido del club Rowing el miércoles cerca de las 13, un día antes de la declaración nacional de la cuarentena, pese a la recomendación del club de no hacerlo.
Este lunes el barco en cuestión fue visto en el Paraná Viejo. Según el parte oficial de Prefectura, el barco guardacostas “Golfo San Matías” interceptó al yate de Nardelli y los efectivos lo abordaron.
En ese momento, el barco “Champagne” se encontraba fondeado en el kilómetro 426, sobre la margen izquierda del Paraná.
Acusado
Lo cierto es que con este hecho Nardelli volvió a quedar en el tapete luego ser involucrado desde hace semanas en un escándalo mucho mayor.
A mediados de febrero el fiscal federal Gerardo Pollicita imputó al ex presidente del Banco Nación durante el gobierno de Cambiemos, Javier González Fraga, por los créditos multimillonarios que otorgó, eludiendo la normativa y los controles que debió respetar, a Vicentin. La cerealera que se había declarado en cesación de pagos y comprometió la situación financiera del banco estatal.
La imputación abarcó a los máximos directivos de Vicentin, Alberto Padoán y a Nardelli.
Según un informe elaborado por la actual conducción del Banco Nación, las presuntas irregularidades que llevaron a Vicentin a acumular una deuda con el Banco Nación de unos 18.500 millones de pesos, de cobro “incierto”, pudieron originarse en “los vínculos de la empresa con funcionarios del anterior gobierno nacional y a sus aportes proselitistas a favor de la coalición Juntos por el Cambio, que la ubican como la principal contribuyente”.
La denuncia precisa que “en forma prácticamente simultánea a la elección de las Paso (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), (la empresa) comenzó a incumplir con los pagos al Banco de la Nación”.
Entre 2015 y 2018 Vicentín registró un notable crecimiento que le permitió “pasar de ser la decimonovena empresa con mayor facturación del país y la cuarta cerealera en 2015, al sexto puesto general y primero en su actividad en 2018”.
Según el informe del Banco Nación, la empresa pudo haber dibujado la quiebra: “La sociedad utilizó un criterio dual imputando en dólares los pasivos —cuando aparentemente no todos ellos serían en esa moneda— y colocando en pesos todos los activos —cuando principalmente sus productos son exportados y representan ganancias en dólares—“.
“Ninguno de los números disponibles justifica la repentina crisis financiera de Vicentin”, señaló el informe.
Durante el macrismo, el endeudamiento de la empresa “superó los límites a los que podía acceder la firma en función de lo establecido por la normativa del Ente Regulador para las Grandes Empresas y sin fundamento alguno habría obtenido una refinanciación sin hacer las cancelaciones correspondientes para encuadrar en la normativa vigente”. Además, no tuvo la intervención del directorio del Banco Nación.
En tanto, otro informe, en este caso de Claudio Lozano, actual titular del Banco Central, indica que ante los reclamos de la línea administrativa (no política) del Banco Nación “los dueños de la firma cruzaban a la Casa Rosada para hablar directamente con la Presidencia. Eso luego se transformaba en un llamado de Mauricio Macri al ex presidente del Banco Nación, González Fraga, quien se encargaba de llamar la atención a los funcionarios del banco para que se allanaran a los requerimientos de la empresa”.
Vicentin también es investigado por una presunta elusión tributaria, ya que “del balance correspondiente al año 2018, habría aportado a la Afip tan solo 2,4% de las ganancias que declara mediante un mecanismo contable que le permitió retraer las ganancias”.