El encierro que conlleva el coronavirus es el método más efectivo para evitar la propagación pero a su vez no es sencillo de controlar. Una situación similar está viviendo Cristian Fabbiani, quien contó cómo lleva los días en su casa y lo que siente sobre su profesión.
“Hoy no me interesa el fútbol. Quiero que pase esto por la gente conocida, por mis amigos, por mis hijos Uma y Santino, por mi mamá y mis hermanos. El fútbol quedó en tercer lugar y hay cosas más importantes que hablar de fútbol en estos días”, dijo el Ogro.
Y precisó: “Tengo cero ganas de entrenar. Hago un día sí y un día no. No es normal psicológicamente estar encerrado. Es imposible hacer todo lo que tenemos que hacer. Me compré una bici fija para tratar de mantenerme en forma, pero tampoco me mato entrenando porque la prioridad hoy en día es mi hijo”.
Por último, el experimentado delantero de 36 años pidió no olvidarse de sus colegas más vulnerables. “En mi caso no estoy sobrado, pero lo económico no me afecta. Tenemos que sacar el egoísmo y el Gremio tiene que pagar los sueldos de los jugadores del Ascenso que más necesitados están. Esperemos que esto termine pronto, más que nada por la salud de la gente”, cerró.