La pandemia del coronavirus dejó 637 muertos en las últimas 24 horas en España, la cuarta jornada consecutiva de descenso en la cifra de víctimas y la cifra más baja en trece días.
El número de casos aumentó 3,3% en el mismo periodo, contra 4,8% ayer, lo que significa que los contagios se desaceleran en el país, el segundo más afectado del mundo en número de muertos por el COVID-19 detrás de Italia, con 13.055 muertes entre las 135.032 personas contaminadas.
Por otro lado, desde el inicio de la pandemia, 6.931 personas requirieron atención en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), 70 más que ayer. Finalmente, 40.437 fueron dadas de alta en toda España.
“Un día más se observa la tendencia descendente. La tasa de crecimiento de la pandemia se va reduciendo en casi todas las comunidades”, aseguró María José Sierra, “número dos” del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias de España, en videoconferencia. Asimismo, destacó que el número de personas que puede contagiar un paciente con el virus disminuyó a menos de uno.
El gobierno mantiene hasta el 9 de abril la prohibición de realizar actividades productivas no esenciales, y se prepara para redoblar los controles para evitar que la población relaje el confinamiento durante las vacaciones de Semana Santa. En ese marco, varios responsables políticos de municipios costeros del país pidieron refuerzos policiales para evitar el desplazamiento de personas de las grandes ciudades a sus segundas residencias, como ocurrió ya al decretarse el confinamiento con madrileños que se trasladaron a la Costa del Sol.