Los odontólogos nucleados en el Colegio de la primera circunscripción informaron que les resulta imposible hacer frente a los costos del material necesario para desarrollar una tarea considerada de alto riesgo.
En el comunicado, el Colegio de Odontólogos de Santa Fe expresa que desde el momento en que se declaró la cuarentena, sólo se atienden emergencias y urgencias. Agrega que las obras sociales se niegan a hacer frente a la cobertura de los elementos de bioseguridad necesarios para desarrollar sus tareas y mencionan que iniciaron gestiones para el gobierno provincial y nacional tomen medidas de apoyo a la economía de los odontólogos.
El texto completo del comunicado titulado “La odontología no puede volver” es el siguiente:
En la atención a pacientes los Odontólogos trabajamos, necesariamente, a una estrecha distancia y con generación de aerosoles desde la cavidad bucal. Ello determina que nuestro trabajo se realice en una situación de extrema exposición al contagio de COVID-19.
Existe evidencia científica de que el riesgo de contaminación directa y cruzada es mayor al 95% en la Odontología respecto de otras profesiones de la salud. Es por ello que desde la declaración de la pandemia, y especialmente del aislamiento obligatorio, se han pospuesto todos los tratamientos que no sean Urgencias o Emergencias.
Con la total inactividad en los consultorios los Odontólogos estamos soportando una situación económicamente muy difícil. Todos tenemos compromisos económicos que cumplir, personal a cargo que continúa cobrando sus sueldos, impuestos que se continúan pagando, familias a quienes mantener e ingresos reducidos a cero. A través de las Instituciones hemos solicitado a los Gobiernos Provincial y Nacional se tomen medidas en apoyo a la economía de los Odontólogos, sin embargo aún no hemos visto concretada ningún tipo de asistencia a una actividad absolutamente paralizada.
Para realizar nuestras prácticas, garantizando condiciones de bioseguridad y protección, el Odontólogo debe contar con elementos (EPP) Equipos de Protección Personal, los que son indispensables para proteger al profesional de la salud, auxiliares y pacientes de infecciones y prevenir que éstos infecten a otras personas.
El incumplimiento de las medidas de prevención tiene una gran capacidad de amplificar la cadena de transmisión del virus, con los efectos devastadores que hemos visto en lugares que nos precedieron en el contagio.
Estos elementos EPP, además de no existir en cantidad suficiente en el mercado, tienen un elevado costo que -en la gran mayoría de los casos- no está cubierto por las Obras Sociales, lo que -en general- es ignorado por el paciente. En cualquier caso, por ser elementos que se consumen en la prestación del servicio de salud, debe cargar con su costo quien requiere el mismo, sea el paciente en forma privada o a través de su Obra Social.
En los últimos días se especuló con un retorno a la normalidad en nuestro trabajo. Debemos decir que, en las actuales condiciones, tal retorno es imposible. El alto grado de exposición al contagio, la falta de elementos de protección personal y su elevado costo, no permiten que la Odontología vuelva a prestar sus servicios.
En tanto las autoridades no encuentren solución a estas cuestiones la Odontología no podrá volver a trabajar normalmente.
Los problemas económicos son acuciantes para el Odontólogo, pero más grave aún es la situación sanitaria a la que se expondría trabajando sin las condiciones adecuadas, poniendo en riesgo la salud propia y la de su familia.