Se trata de una serie de actividades que requieren de una clara proximidad física con otras personas.
La nueva fase de la cuarentena (tercera en AMBA y cuarta en el resto del país) ha permitido la apertura de diferentes actividades y sectores con rigurosos protocolos sanitarios para evitar contagios de coronavirus. Sin embargo, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el epicentro de la enfermedad en el país, solo se permitió la flexibilización de negocios de cercanía y no así de los servicios considerados personales, por ser los más peligrosos en cuanto a proximidad con los demás.
Por tal motivo, el Cippec realizó una análisis para evaluar el impacto de las actividades en la pandemia y estudió el nivel de proximidad física que hay en cada una de ella.
“Como es de esperar, los trabajos asociados a la salud o los servicios personales son de proximidad alta, mientras que los administrativos y servicios profesionales o financieros requieren menor cercanía física”, sostuvieron en el informe.
Según Cippec, los de proximidad baja, en general, corresponden a la administración pública, agricultura, minería y comercio. Dichas ocupaciones casi no requieren de la interacción con otras personas o la conexión se puede dar a distancia.
Otras áreas como las del transporte y almacenamiento, la industria manufacturera o personas que trabajan en una misma oficina tiene una proximidad media.
Asimismo, entre las actividades de proximidad media-alta se encuentra la construcción y la enseñanza.
En tanto, los sectores más afectados son los de proximidad alta, pues requieren menos de una brazo de distancia para desempeñarse. El informe indica que representan a casi un millón de trabajadores. En este grupo hay principalmente empleados del servicio doméstico, sobre todo aquellos que se dedican a cuidar a otras personas, servicios personales, enseñanza, alojamiento, gastronomía y comercio.