Firulais fue integrado al equipo luego de haberlos acompañado durante dos semanas. Después de eso, le dieron un chaleco y lo llevan en el patrullaje.
En la provincia de Mendoza, el personal de tránsito y prevención, quienes pasan horas recorriendo las calles, tienen un compañero nuevo y muy especial: se trata Firulais, un perro callejero que se ganó el corazón de todos los uniformados y trabajadores del barrio.
Uno de los agentes, Manuel Maravilla, contó que el animal comenzó a visitar su espacio de trabajo hace unos tres meses. “Estaba en Plaza Independencia y siempre se acercaba hasta nuestra base y nos acompañaba. Así, con el tiempo, empezó a patrullar”, recordó.
Si bien no se conoce que tuviera dueños, en las veredas todos comenzaron a llamarlo “Firulais” por lo que decidieron bautizarlo de esa manera. Él y Manuel son inseparables, pero el can le transmite cariño a cada uno de los uniformados y su entusiasmo aumenta cada vez que ve un chaleco amarrillo.
“Como siempre salía a patrullar con nosotros le hicimos uno (un chaleco amarillo) y hace dos semanas que participa en los operativos de control por la cuarentena. Nos acompaña cuando vamos a pedir documentaciones y se queda quietito al lado nuestro”, explicó Manuel.