La inactividad se refleja en la demanda de abril. El consumo de los hogares se mantiene casi igual pero la industria y el comercio se encuentran en niveles muy bajos.
Desde febrero de 2002 no se registraba en el país un nivel tan bajo en la demanda de energía eléctrica. La Argentina consumió en abril de 2020 menos que en aquel mes en el que con mayor intensidad se sintió el impacto de la explosiva salida de la Convertibilidad.
De acuerdo con un informe de la Fundación para el Desarrollo de la Energía Eléctrica, se verifica el nivel más bajo en la demanda en los últimos 20 años.
Fundelec indica que para todo el país la caída fue del 11,5% y que superó el anterior récord de febrero de 2002.
La baja en usuarios comerciales e industriales llegó al 25,6% interanual, lo que permite medir las consecuencias de la inactividad.
La demanda de energía eléctrica cayó en todo el país producto de la cuarentena y, en menor medida, porque se registraron temperaturas más bajas que en 2019.
Paralelamente, el decrecimiento mensual respecto a marzo fue del 23,4%.
La fundación mencionada analizó los datos provisorios de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y, como cada mes, dividió al mercado más concentrado en términos poblacionales, eléctricos y productivos según los registros de sus dos empresas distribuidoras. El trabajo resaltó que el consumo de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense mostró una importante caída, tanto en la distribuidora Edesur (-9,5%) como en Edenor (-7,1%).
Con más ímpetu, el derrumbe en el resto del país alcanzó el 12,2%, en un mes con temperaturas inferiores a las del año pasado y sobre todo en plena cuarentena.
Mientras que la caída en los comerciales e industriales fue del 9,7% y del 25,6%, respectivamente, debido a que sufrieron los peores niveles de actividad en dos décadas, el descenso para los usuarios residenciales fue solamente del 1,4%.
El informe reseñó que en abril, la demanda neta total del mercado de electricidad fue de 8.469,8 GWh mientras que, en el mismo mes de 2019, había sido de 9.574,2 GWh. Según los datos de Cammesa, se puede discriminar que, del consumo total de este mes, el 43% perteneció a la demanda residencial mientras que el sector comercial representó un 30% y el industrial un 27%.
De esta manera, la demanda de energía cortó una racha de siete meses consecutivos al alza y registró un declive récord que superó a las cifras de febrero de 2002 (-11,2%) y junio de 2019 (-10,6%).
Aunque este retroceso se debe fundamentalmente a la coyuntura de la cuarentena y a la gran inactividad, el informe aclaró que el mes contra el que se compara este cuarto mes de 2020 ya había presentado una baja importante del 8,6%.
Por provincia
Si se observa el consumo por provincia, en abril, 26 fueron las provincias y empresas que marcaron descensos: Corrientes (-42%), Santa Fe (-21%), Río Negro (-18%), Santa Cruz (-17%), San Luis (-17%), Neuquén (-15%), San Juan (-14%), Catamarca (-13%), Mendoza (-11%), Córdoba (-11%), Jujuy (-9%), La Pampa (-9%), Tucumán (-8%), EDEA (-7%), Entre Ríos (-6%), La Rioja (-5%), Chaco (-4%), Santiago del Estero (-4%), EDEN (-4%), Misiones (-3%), Salta (-3%), EDELAP (-3%), Formosa (-2%), EDES (-1%), entre otros. En tanto, sólo 1 provincia presentó un ascenso: Chubut (5%).
Generación
En cuanto a fuentes de generación, y acompañando el comportamiento de la demanda, la generación nacional presentó un decrecimiento, siendo de 8.989 GWh para abril último contra 9.741 GWh registrados en abril de 2019. Creció la importación a la hora de satisfacer la demanda, que sigue siendo baja (1,01%) ya que se importaron 92 GWh en abril de 2020, de excedentes hidráulicos.
La generación térmica y la hidráulica son las principales fuentes utilizadas para satisfacer la demanda, destacándose además el crecimiento en la participación de las energías renovables, que hoy ya tiene un aporte similar a la energía nuclear. La generación hidráulica se ubicó en el orden 1.666 GWh en abril 2020 contra 2.722 GWh en el mismo periodo del año anterior.
Así, en abril siguió liderando ampliamente la generación térmica con un aporte de producción que satisfizo al 60,68% de los requerimientos. Las centrales hidroeléctricas abastecieron al 18,35% de la demanda, las nucleares proveyeron un 10,74%, y las generadoras de fuentes alternativas un 9,22% del total.