Pese a las protestas de los activistas que defienden a dicho animal, las autoridades habilitaron la realización del evento que se extiende por 10 días y recibe miles de visitantes.
En la ciudad de Yulin, provincia de Guangxi, se da el mercado de carne de perro, en donde se presentan animales en pésimas condiciones y enrejados, como así también listos para ser cocinados. La situación no sólo es impactante por la imagen de los canes, sino por las condiciones sanitarias que muchos comparan con la de Wuhan, en donde se habría iniciado el COVID-19.
Pese a las grandes protestas para que el mismo no se lleve adelante, la ciudad dio el visto bueno y el mismo abrió sus puertas para los miles de chinos que llegan desde diferentes partes del país. Sin embargo, las organizaciones, entre las que se destaca Humane Society International, que lucha para que este año se realice por última vez.
Peter Li es una de las cabezas que lleva adelante este evento, y en los últimos días han rescatado a cachorros y perros que estaban destinados al mercado, y además expresaron toda su bronca luego de que en el país, los canes hayan sido declarados como “compañía” y no como comida.
“Algunos comerciantes les dijeron a los activistas que estaban haciendo el mayor negocio posible para compensar la falta de ventas de enero a marzo debido al coronavirus, otros informaron que ahora es más difícil adquirir perros vivos fuera de la provincia de Guangxi debido a la represión del gobierno sobre transporte de animales”, contó Li.
“Se está construyendo un impulso en China para hacer frente a los comercios de carne de perro y gato, y aunque no creo que nadie espere que el comercio de carne de perro de Yulin se cierre de la noche a la mañana, lo que presenciaron los activistas podría indicar que las cosas están cambiando incluso en Yulin”, agregó y destacó que ya sucedieron situaciones similares en Shenzhen y Zhuhai.