La historia de Ahmad Ayyad es un claro ejemplo de que el coronavirus (COVID-19) puede afectar a cualquiera, incluso a aquellos que se creen invencibles y se niegan a cumplir con las normas aconsejadas para prevenir la expansión de la pandemia.
Ayyad es un atleta de 40 años que compitió en exigentes carreras con obstáculos que lo obligaban a tener un físico sano y fuerte. Sin embargo, el coronavirus lo llevó a estar 25 días en coma inducido para poder seguir viviendo, al tiempo que perdió 27 kilos y sufrió un impactante cambio físico.
Los primeros síntomas que tuvo Ayyad fueron similares a los de la gripe. Luego, además de presentar fiebre, comenzó a sentirse cansado y tener dificultades para respirar. Es por esto que decidió acercarse al Hospital Sibley Memorial, donde le dio positivo de coronavirus e influenza.
Al empeorar su capacidad respiratoria, fue trasladado al Hospital Johns Hopkins, donde se convirtió en el tercer paciente en tener que utilizar un respirador.
“Todos los días, estoy mejorando cada vez más”, aseguró Ayyad, al tiempo que reconoció que para él recuperarse de COVID-19 es más difícil que entrenarse para sus carreras. Y dejó una reflexión: “Esta no es la gripe. La gente debe tener cuidado y saber que puede pasarle a cualquiera”.