Son días de muchísimas emociones para Samanta Casais, la finalista de Bake Off Argentina que quedó envuelta en una polémica al quedar descalificada del programa por romper una de las reglas acerca de que los concursantes debían ser amateur. La joven habló por primera vez luego de que la producción decidiera quitarle su premio.
“No mentí, cometí un error. Una malinterpretación del formulario, tal vez hubiera estado bueno preguntar antes de completarlo”, aseveró Samanta, que sí reconoció que tuvo trabajos vinculados a la gastronomía junto a otros. “Soy una persona transparente y no siento que tengo nada que esconder. Me llevó un montón de enseñanzas del jurado y de esta experiencia maravillosa. Y haber dejado en claro y que se haya comprobado que no soy pastelera profesional, que no estudié”, señaló.
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“Omití información porque no me pareció trascendente. Estaba pensando que lo que se me preguntaba era sobre pastelería y respondí de esa manera”, aseveró, en alusión a que el contrato prohibe a los participantes que trabajen en gastronomía en general, entendiéndose a quienes dedican su vida laboral a esto más que algo de forma ocasional.
“Tuvimos un pequeño emprendimiento familiar y duró un año. Vendíamos viandas, milanesas y empanadas para poder sobrevivir. A la par hacía cosas contables con mi prima. Rebuscándonos porque no estábamos en una buena posición económica. Y obviamente, algunas cosas dulces se vendían para poder afrontar la situación económica del momento”, explicó. “No fue una pastelería ni era la mano derecha de Osvaldo Gross. Duró un año, nos fundimos y tuvimos que vender la maquinaria. Fue triste, pero eso no me hace profesional ni mucho menos. Nunca estudié, siempre fue mi pasión la pastelería”, finalizó Samana de Bake Off Argentina, sobre la polémica que generó su participación.