El presidente de Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia con 3,2 millones de infectados, aceptó usar una medida básica de protección en público este sábado.
Durante una visita al hospital militar Walter Reed, en las afueras de Washington, el mandatario fue a conversar con el personal sanitario y con efectivos de las fuerzas armadas que están recibiendo tratamiento.
Trump usó un barbijo de color azul oscuro que un extremo tenía estampado el sello dorado de la Presidencia. Ya había anunciado ayer que se lo pondría, describió la agencia de noticias EFE.
“Creo que llevaré barbijo, ¿saben?”, dijo a periodistas, y agregó: “Creo que cuando uno va a un hospital, especialmente en ese lugar, en el que uno está hablando con soldados y con gente que en algunos casos acaba de salir del quirófano, creo que en ese caso es genial ponerse barbijo”.
Hasta ahora, Trump se había negado a usar tapaboca en público, había puesto en duda su eficacia y, según medios estadounidenses, supuestamente dijo a sus asesores en marzo pasado que el uso de ese artículo “da una imagen de debilidad”.
“Nunca he tenido nada en contra de los barbijos, pero sí creo que tienen un tiempo y un lugar adecuado”, dijo el mandatario a la prensa.