La producción de las Pymes Industriales cayó un 10,8 por ciento en agosto frente a igual mes del año pasado, en una caída amortiguada por algunas flexibilizaciones de la cuarentena por coronavirus, el leve repunte del consumo y los mayores controles a las importaciones, según informó hoy la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Las industrias trabajaron en agosto con una capacidad instalada de 62,6%, el mayor nivel desde que se instaló la cuarentena.
En los primeros ocho meses del año, la industria pyme acumula una baja anual de 20,8%.
Como dato positivo se destaca este mes la suba de Productos de caucho y plástico (+3,3%), cumpliendo dos meses consecutivos en alza de esa actividad.
El rubro con mayor caída anual fue calzado y marroquinería, que continuó con caídas muy profundas (-38,1%), mostrando las dificultades que viene teniendo este sector para competir en el mercado local y el consumo postergado.
En ese sentido, se destacó el cierre de varias fábricas que en algunos casos se reconvirtieron a otros rubros, y el contar con personal de mayor edad que restringe sus posibilidades de trabajar y obliga al sector a mantenerse con altos niveles de capacidad ociosa.
Los datos surgen de la Encuesta Mensual Industrial de CAME entre 300 industrias Pymes de todo el país. Asimismo, el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) se ubicó en 67,4 puntos en agosto.
En Productos electrónicos e Informática, la producción se mantuvo en los mismos niveles del año pasado.
Las menores importaciones combinadas con una mejora en la demanda local, fueron muy importantes para esta actividad.
En Alimentos y bebidas la baja anual fue de 8,9% con mucha disparidad entre empresas y rubros. Según los empresarios consultados, la rentabilidad todavía se encuentra muy afectada, incluso para las empresas que están creciendo.
Indumentaria
El sector Indumentaria y Textil, que siempre es una referencia por su rol de contención social que también tiene, desaceleró su tasa de caída (-22,5%), aunque el descenso continuará en tanto no se recupera el consumo interno ya que está muy ligado a esa demanda.
En ese aspecto, la CAME señaló que “ayudan los menores ingresos de importaciones, pero no mucho más”.
En tanto, productos de metal, maquinarias y equipos cayeron 19% anual en el mes, que se explica claramente por las menores inversiones en bienes de capital de todos los sectores industriales.
También las pocas industrias exportadoras vieron frenados sus envíos al mundo por la menor demanda mundial.
En agosto el uso de la capacidad instalada de la industria pyme subió por cuarto mes consecutivo, a 62,6%, desde el 58,3% en julio.
En cuanto a los niveles de rentabilidad, para el 35% de las empresas fue positiva, manteniéndose en niveles muy similares a julio.
Sobre las expectativas hacia adelante, solo 10% de las empresas espera que la producción continúe bajando en los próximos meses, mientras que 24% espera aumentos y el resto o no sabe, o cree que se mantendrá.