El extécnico de Colón se refirió a su paso por el Sabalero donde remarcó había un estrés que significaba “convivir y luchar permanentemente contra gente que supuestamente estaba de tu lado”.
Pablo Lavallén, extécnico de Colón, volvió a dar una entrevista pública y en este caso lo hizo a Página 12 en una extensa charla que concedió a ese sitio, en donde se refirió a su paso por el club, donde peleó la final de la Sudamericana en Asunción y fue subcampeón al caer ante Independiente del Valle.
El técnico remarcó que los problemas se dieron cuando llegaron al club: “Llegamos a un club en el que se decía que había mucha desidia. Los mismos jugadores lo decían. La primera charla que tuve con el plantel fue para comprometerlos con la competición, pero en el medio como contraparte el jugador te decía ‘bueno, pero ahora cuando vayas a hablar en la utilería y te digan que no hay ropa o que la ropa no la lavaron y la tenes que usar sucia…’”, explicó.
Pablo contó que fue el Pulga quien avanzó en remodelar los vestuarios del club: “Había un banco largo como en una canchita de fútbol 5. Y frente a eso teníamos dos caminos: o nos amoldamos a la estructura del club o salíamos a hacer lo que hicimos: luchar contra eso para conseguir cosas. Fue un doble laburo que nos terminó desgastando. Desde lo deportivo fue lindo, pero desde lo institucional estábamos como en un velorio por el estrés que significaba convivir y luchar permanentemente contra gente que supuestamente estaba de tu lado”, relató el técnico.
Lavallén dijo que hubo una relación ambigua en el trato del hincha Sabalero: “Lo de Paraguay nunca lo vi, sentir lo que sentí cuando entramos a la cancha fue maravilloso y era para sacarse el sombrero. Al día de hoy lo sigo viendo y se me pone la piel de gallina. Ahora, si vos vas y preguntas en Santa Fe qué pasa con nosotros, pienso que todavía somos resistidos. A una gran parte de la gente, la que se hacía escuchar por la prensa, nunca le pudimos entrar como cuerpo técnico”.
Y agregó: “Eso me deja un sabor agridulce. Es como que no terminan valorando lo que llegó a alcanzar el equipo. En mis redes sociales todavía me siguen insultando porque perdimos la final, pero nadie se da cuenta que nosotros agarramos un equipo con problemas de descenso y que por primera vez en 115 años lo pusimos en una final. Y también por primera vez lo hicimos llegar a cuartos de final en una Copa Argentina, cuando antes nunca habían pasado la primea fase”, sostuvo.