En lo que va del año, el Gobierno informó que hubo más de 898 mil hectáreas arrasadas por el fuego. Córdoba tiene 316 mil y Entre Ríos 286 mil.
Argentina superó las 898 mil hectáreas quemadas y los incendios continúan en ocho provincias. Las más afectadas son Córdoba, con 316 mil hectáreas y Entre Ríos, donde arden 286 mil hectáreas de humedales, según el último informe del 18 de octubre del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF).
A esa fecha, había focos activos en Córdoba, Salta, Tucumán, Jujuy, Catamarca, San Luis, Santa Fe y Entre Ríos. En Rosario, el domingo del Día de la Madre se podía visualizar los enormes incendios en las Islas, al cruce del puente que une a Victoria con esa ciudad.
Ese mismo día, en Córdoba, las llamas estuvieron en la zona norte del Valle de Punilla, a un kilómetro del Santuario de animales Proyecto Carayá, donde viven los monos Carayá, que están en peligro de extinción. Y este lunes, el fuego avanzó en la zona de la Aerosilla de Los Cocos. Incluso, los bomberos se trasladaron en ese medio hasta a la cima de la montaña para combatir las llamas.
Los monos carayá ya agonizaron calcinados en Corrientes, en la Reserva San Cayetano. Las fotos de los animales muertos en el suelo, acurrucados, recorrieron las redes sociales.
Las causas de los incendios están vinculadas con la sequía (provocada también por las quemas en el Amazonas), y los sectores agroindustrial e inmobiliario. Pero mientras el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable Juan Cabandié acusa al sistema de producción ganadero y agrícola por ejercer “prácticas vetustas”, desde el Ejecutivo impulsan la baja de retenciones y planes de fomento para aumentar la producción de soja, maíz y cerdos con el fin de aumentar las exportaciones.
“Argentina está emergencia hídrica”, alertó Cabandié. Pero el subsecretario de Ganadería y Producción Animal, José María Romero, aseguró al mismo tiempo que el país “dispone de agua en cantidad y calidad” para duplicar la producción de cerdos y utilizar un millón y medio de litros de agua por día.
En su informe “El costo humano de los desastres 2000-2019”, la ONU alertó que el mundo puede convertirse en “un infierno inhabitable para millones de personas” si los Gobiernos no aplican ya mismo políticas para frenar el calentamiento global. Aunque Argentina firmó el Acuerdo de París en 2015 que estableció una meta de no aumento de la temperatura en no más de 1,5 grados para 2100, los datos actuales muestran que el país se dirige hacia el camino contrario.