Un caso trágico y enigmático terminó con una niña fallecida que luego dio Covid positivo y ocho agentes sanitarios debieron ser aislados.
Todo sucedió en el centro de salud Débora Ferrandini, ubicado en Junín y Provincias Unidas, pegado al Distrito Noroeste, donde irrumpieron con ímpetu, casi pateando la puerta, dos padres desesperados con una nena de 7 años desvanecida. Los adultos dijeron que se había ahogado con la comida y que había manifestado malestar estomacal desde el día anterior, con episodios de diarrea.
Los médicos intentaron reanimarla durante una hora y media, e incluso llegó hasta el lugar la ambulancia pediátrica del Hospital de Niños Víctor J. Vilela para dar apoyo, pero todo el esfuerzo fue en vano: la niña nunca salió del paro cardiorrespiratorio y falleció. La familia, de origen humilde, vive en villa La Coca (también conocida como “Villa Fanta”), que toma su nombre de la embotelladora de gaseosas de Casilda y Nicaragua y está delimitada por Eva Perón, Junín, Arévalo y la colectora de Circunvalación.
No tenía signos de violencia ni abuso y los indicios, según el Ministerio Público de la Acusación (MPA), daban cuenta de muerte súbita o natural. En estos casos no se suele hacer autopsia, y los médicos muchas veces firman el certificado de defunción rápidamente si no hay otras señales. Pero al tratarse de una menor, además fallecida en un centro de salud, se solicita para descartar cualquier posibilidad de maltrato.
Por protocolo, desde hace un tiempo en todas las autopsias se hace el examen de Covid. Ayer le comunicaron a la familia que el examen arrojó que la nena dio positivo, agregando más preguntas sin responder al caso. Penalmente no habría delito, cuya presunción requiere que alguien supiera que la nena estaba infectada y además con otras afecciones de salud que provocaran su fallecimiento, y no la hayan tratado antes. “No todos los fallecimientos son por el virus, más allá que sean positivos”, explicaron desde Fiscalía.
La noticia, además, obligó a aislar a varios agentes de salud que intervinieron ese día. Del centro sanitario son dos profesionales que ante la urgencia lo hicieron sin equipos de protección, ya que no llegaron a ponérselos y preventivamente están aisladas. Por protocolo, en todas las situaciones de reanimación se aísla a los que participaron del proceso. Si bien intervinieron con todos los elementos de seguridad y protección personal, también hay personal del Sies en cuarentena por precaución: una médica y un paramédico. En total son ocho personas las que debieron quedarse en su casa.