Investigadores de Disney trabajan en un autómata que procura imitarnos enfocándose en los movimientos oculares y en gestos sutiles. ¿Será utilizado en futuras películas?
Una de las actividades favoritas de los robots es imitar a sus creadores. En ese camino, un nuevo autómata aparece en escena y se destaca por su capacidad para emular características intrínsecamente humanas, en este caso enfocándose en detalles que, aunque sutiles, hacen a nuestra naturaleza: la expresividad de la mirada y leves movimientos de la cabeza.
El desarrollo surge de los laboratorios de investigación de Disney y, por ese origen, podemos suponer que podría ser utilizado para futuras películas de la productora. Quizá, también, en los parques de atracciones.
La búsqueda principal de este avance es remediar la falencia de muchos robots, que tienen miradas inexpresivas y por ende inertes, sencillamente distinguibles de la de un ser humano.
Para profundizar en esa intención, los desarrolladores de esta máquina la muestran totalmente despojada de elementos que ayudarían a conseguir más realismo, por ejemplo piel artificial, pelo, etcétera. Como señalamos, todos los cañones están puestos en la profundidad de la mirada y en los movimientos de la cabeza, incluso a pequeñas correcciones de la postura (hacia arriba y abajo) que los humanos hacemos al inhalar y exhalar. Eso sí: incluso con sus vísceras metálicas al desnudo, el torso mecánico lleva puesta una elegante camisa.