“Hace meses Rosario está en llamas. En llamas. Humo en las calles. Un horizonte ardido, prendido, enfurecido, desprotegido, enardecido”. Así recitaba una voz femenina, con congoja pero con firmeza, la situación en los Humedales.
En el Monumento a la Bandera, un inmenso pasamanos traía baldes llenos de agua mientras otro, en paralelo, los volvía a transportar, ya vacíos, a lo ancho de la avenida Belgrano.
“Un horizonte ardiendo. Casas de gente ardiendo. Nube tóxica. Bombas, mangueras, baldes. Voluntarios aprendiendo a apagar el fuego. Un caudal de brazos para detener las llamas. Brazos cansados. Y cuerpos solidarios”, decía la voz que representaba a todos.
Así se puso en escena una nueva protesta de la Multisectorial por los Humedales, que junto al grupo de expresión Thigra desplegaron una acción de “artivismo” para dar impacto, esta vez en el plano simbólico, a su real pelea contra las quemas en el Alto Delta y en toda la cuenca del Paraná.
Recrearon, con el título “Tu fuego es cómplice”, un combate a las llamas nada menos que en el lugar del máximo símbolo de Rosario, y uno de los más importantes del país.
Ante la inoperante respuesta de un estado pobre de medidas y recursos, durante meses voluntarios de la Multisectorial, por centenares cruzaron a las islas para plantarse frente a las llamas. Lo hicieron en varios puntos, pero el más complejo transcurrió en la Boca de la Milonga, donde durante más de dos días libraron una dura pelea hasta que contuvieron el incendio, sin poder evitar grandes pérdidas de flora, fauna y dos viviendas que quedaron reducidas a cenizas.