La muerte de Diego Armando Maradona impactó al mundo entero. Era dable esperar que una noticia de esta magnitud genere todo lo que generó (y generará).
En Buenos Aires, en Nápoles y en otras ciudades del planeta se improvisaron “altares” en la vía pública o la puerta de algún estadio para rendirle homenaje a Diego. Una flor, una camiseta, una pancarta; todo sirve para despedir a Maradona.
En la ciudad de Santa Fe se armó un espacio para recordar al ídolo futbolero. En un lugar bien representativo de la capital provincial, a metros del Puente Colgante y sobre la Laguna Setúbal, donde “Santa Fe” está escrito con letras corpóreas, algunos fanáticos de Diego dejaron sus huellas.