Un joven que nada tenía que ver fue asesinado al pasar por el lugar del tiroteo. El ataque fue anticipado desde una cárcel.
El tiroteo a la casa estaba advertido por un detenido en la cárcel de Piñero. El preso indicó un inminente ataque al domicilio en el pasaje Demestri al 6000.
Llamó a un amigo para que la protegiera. Armado, el hombre que respondió al llamado, se acomodó en la tarraza y esperó. El aviso era certero: alrededor de las 19, un auto pasó raudo por la cuadra y desde el interior ametrallaron el frente, con respuesta también de fuego proveniente de los techos.
En medio de la trayectoria de las balas caminaba Rafael Carcerano, de 24 años, que había llevado a su pequeño hermano hasta la canchita de fútbol del club San Cayetano Sur. Uno de los proyectiles lo alcanzó y murió poco después en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
Rafael Carcerano fue la sexta víctima fatal por la interminable violencia en Rosario durante el pasado fin de semana largo.