El reporte semanal de RosGan, el mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario, trazó un obligado balance anual del negocio en el que se destaca un incremento del precio de la hacienda muy por encima de la inflación. Por un lado la pandemia confirmó el carácter esencial de la carne vacuna en Argentina. Por otro, el descalabro monetario del país obligó a resguardar el valor del capital en activos y los bovinos fueron la apuesta dentro del sector.
En los últimos 12 meses -aun considerando valores parciales de diciembre – las categorías de vacas y toros aumentaron un 70% y 76%, respectivamente mientras que los novillos, novillitos y vaquillonas incrementaron sus valores entre un 64% y 66% anual. En tanto que los terneros, marcaron aumentos anuales del 95% desde diciembre de 2019. El IGML, utilizado como referencia del valor general de la hacienda comercializada en Liniers, aumentó durante el último año un 65% promedio, esto es 28 puntos por sobre la inflación esperada para todo el 2020 (36,7% de acuerdo al último relevamiento de Expectativas de Mercado publicado por el Banco Central).
El continuo deterioro de la moneda a lo largo de los años impide comparar valores monetarios diferidos en el tiempo, por lo que desde RosGan optaron por tomar un periodo más corto, de cinco años, para el cual se dispone de estadísticas oficiales consistentes para efectuar la conversión.
Un primer análisis, común a todas las categorías, es que aun a valores constantes los precios actuales se encuentran más caros respecto del promedio de los últimos cinco años. Tanto el novillo, como el novillito y la vaquillona son las categorías que menor apreciación relativa muestran, al posicionarse un 20% por sobre el promedio mientras que el resto de las categorías se encuentran un 40% más caras en relación a los últimos cinco ciclos.
Ahora bien, viendo algunos movimientos puntuales por categoría, vemos que más allá de la luz de alarma que se ha encendido en el mercado la reciente escalada del precio del gordo, sus valores no difieren de los niveles registrados en 2016. Por el contrario, si lo comparamos con los picos registrados durante el segundo trimestre de ese año, los valores actuales se encuentran ligeramente más baratos (-1%) en términos constantes.
Asimismo, sorprende la apreciación que están registrando los toros en los últimos meses al despegarse en un 10 a hasta 12% del valor de la vaca. Ambas categorías se encuentran hoy entre un 40% y un 50% mas caras que el promedio de los últimos cinco años, siempre medido a valores constantes.
Finalmente, el ternero se presenta como la gran estrella dentro de las distintas categorías, con una marcada apreciación desde mediados del año pasado, que luego se vio acelerada este año desde el inicio de la zafra. Medido contra su valor promedio de los últimos cinco años, el ternero de invernada se encuentra un 40% más caro, a valores constantes.
Si bien la relación contra el gordo este año ha resultado atípica, llegando a marcar relaciones de reposición de hasta 50% más caras, la última suba de precios en el mercado local pareciera corregir parcialmente este desbalance. Sin embargo, los fundamentos de suba en uno y otro caso no son los mismos.