El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que “tenemos una economía que lleva cuatro meses en recuperación” a la que consideró “heterogénea”, y afirmó que el Presupuesto nacional “debe ser el corazón de la estrategia económica para la recuperación”.
Pero más allá de los datos de la macroeconomía, Guzmán buscó dar por finalizada una discusión que desde hace días cruza al gabinete económico y señaló que los programas de ayuda Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) no continuarán. “Hay ciertas medidas que se adoptaron en el contexto de las restricciones más fuertes para la circulación. Esas restricciones hoy no están presentes, han cambiado. De modo que las medidas deben ser otras” dijo el ministro.
En cuanto al ATP, Guzmán señaló que “se implementó durante 2020 para proteger al trabajo y la producción, y se ha evolucionado a lo que se conoce como el sistema REPRO. Ahora se continuará con este programa, que se ha ampliado para atender las necesidades de los sectores críticos, que son distintos del que constituía el conjunto de sectores críticos al principio de la pandemia”. Respecto del IFE, el titular del Palacio de Hacienda dijo: “Lo mismo ocurre con las medidas para proteger a los sectores más vulnerables. El IFE fue una medida para las restricciones más duras en un contexto de circulación que hoy no están. Hoy los programas son otros”.
El IFE fue una medida para las restricciones más duras en un contexto de circulación que hoy no están. A partir de eso, Guzmán apuntó hacia el presupuesto en donde dijo que la ley para el 2021 “debe ser el corazón de la estrategia económica para la recuperación, debemos construir una cultura más profunda de planear”, dijo el ministro Guzmán hoy al visitar la provincia del Chaco. En ese sentido, destacó que “el Presupuesto tiene como objetivo la recuperación inmediata y aumentar la capacidad productiva en un plazo mediano para no chocar con restricciones” y que en la norma se “incluyó un aumento de la inversión en inclusión social activa, lo que nos permite contar con programas para el desarrollo social, para proteger los sectores más vulnerables. Pero nuevamente, hoy los programas son otros”.
En otro pasaje de la conferencia se refirió al déficit con motivo de los números publicados en estos días y dijo que el Gobierno estableció “un sendero en el cual el Presupuesto 2021 es el primer paso en lo que buscamos cumplir dos cuestiones al mismo tiempo: primero, que el Estado tenga un rol activo en la recuperación, impulsando la demanda agregada y, al mismo tiempo, propiciando las condiciones para que haya una mayor capacidad productiva en la economía y que esto sea un multiplicador de la economía en el sector privado. Esto es algo que siempre en una situación de recesión debe ocurrir, el Estado tiene un rol en la recuperación, más generalmente en adoptar políticas en pos de más dinamismo productivo”.
“Al mismo tiempo hay que ir poniendo las cuentas fiscales en orden. Esto significa que la economía o el sendero fiscal tiene que transitar por un corredor relativamente estrecho en el cual se impulsa a la demanda agregada mientras el aumento de la recaudación, que ocurre cuando la actividad económica aumenta, resulta en una reducción del déficit”, agregó.
Por último, afirmó que una economía tranquila es una economía que definió su tendencia, asociado esto a la generación de empleo y estabilidad de ingreso, lo que requiere bajo niveles de inflación. “Un tema central de la política económica es la reducción de la inflación. En 2019 fue arriba del 53%, bajó casi 18 puntos porcentuales en 2020, y cerró en 36,1%. En los últimos meses del año se experimentó una dinámica que no debe tomarse como significativa sobre qué esperar en 2021″, planteó. Y agregó: “La inflación la atacamos de forma integral, se usan múltiples instrumentos de política económica. Buscamos que se vaya reduciendo 5 puntos porcentuales año a año”.