El promedio de la caída anual de combustibles fue de 19,7%. Influyó la poca circulación producto de la cuarentena.
En diciembre último la comercialización de naftas y gasoil se ubicaba 12,7% debajo del nivel registrado en febrero último, cuando todavía no se habían iniciado las restricciones a la circulación que se aplicaron por la Pandemia.
La demanda de gasoil, que está vinculada con el agro y el transporte, cayó 7,9% respecto de un año atrás, según un estudio de la consultora Economic Trends, elaborado para la CECHA.
Según ese análisis, la baja del consumo no solo fue afectada por las restricciones al tránsito, sino que también impactaron el cierre de escuelas, teatros, cines, las dificultades del turismo o los empleados que dejaron de viajar para pasar al “home office” o teletrabajo.
De acuerdo con el informe, la demanda se normalizó respecto de los niveles prepandemia únicamente en las provincias de Chaco y Tucumán, debido a que la reapertura económica fue mayor que en otras jurisdicciones.
El presidente de CECHA, Gabriel Bornoroni, sostuvo que el que terminó fue “un año dificilísimo y nuestro sector fue muy castigado” por la crisis sanitaria.
“Podemos rescatar que no cerraron estaciones y ese repunte en la venta de naftas que se dio en los últimos meses, pero seguimos con la guardia alta porque nuestros problemas no terminaron”, agregó. Bornoroni explicó que el actual nivel de ventas está “por debajo de los valores críticos, hay estaciones con estrés financiero, y el año recién comienza”.