Así lo denunció la fiscal Letitia James, quien investigó en más de 20 residencias “sospechosas de mala gestión y negligencia”.
Según la Fiscal General Letitia James, el Gobierno del estado de Nueva York reporta una menor cantidad de fallecidos por COVID-19 en residencias para ancianos de los que realmente son.
Y es que, tras varios meses de investigación, la letrada llegó a la conclusión de que los números que el Departamento de Salud del estado proporcionaba, no coincidían con los de las mismas residencias. De acuerdo a lo investigado por James, las residencias investigadas reportaron 1.914 muertes, mientras que la entidad sanitaria 1.229.
Una vez recolectada esta información, la Fiscal General arribó a la conclusión de que, de mantenerse esta tendencia, el número real de adultos mayores fallecidos por COVID-19 en residencias podría ser hasta un 56% mayor al que el Gobierno neoyorquino reporta.
De acuerdo a lo redactado por James en su informe de 76 páginas, estos establecimientos habrían incumplido los protocolos correspondientes para limitar los contagios, provocando un amplio aumento de casos dentro de los mismos.