El río Paraná comenzó un proceso de creciente que casi cuadriplicó su altura en menos de un mes, tras la bajante histórica con mediciones hidrológicas que no se registraban desde hacía 50 años.
En menos de un mes el aumento fue exponencial y los registros muestran que el 11 de enero, en el puerto de Corrientes la altura no llegaba al metro (0,97 metros) y este martes fue de 4,76 metros.
En Rosario hubo mínimas que oscilaron entre los 0.40 y 0.70 metro y este martes se ubicaban en 2,59 metros con tendencia creciente, de acuerdo al informe diario de Prefectura Naval.
En este sentido, el expertos manifiestan que la velocidad con que se dio la creciente refleja que “el período de seca se está terminando”.
Respecto de las consecuencias que esta modificación pronunciada del caudal provoca en los peces, se indica que este desborde de las planicies es favorable porque los más chicos están protegidos en lagunas y bañados. Se evita el efecto de los predadores; en los refugios, la creciente es favorable. Además los peces pequeños necesitan lagunas y planicies de inundación donde se crían.
Hay dos etapas fundamentales, los peces adultos migran y con esta creciente la migración es mayor y los pequeños necesitan de esas lagunas, que hasta hace muy poco estaban con el caudal muy disminuido o secas, para criarse y desarrollarse.
La creciente también beneficia a la navegación en el río Paraná, ya que desaparecen los bancos de arena y se mejoran los canales de navegación. En Rosario, el río registra hoy una altura de 2,59 metros en creciente, según el informe diario emitido por la Prefectura Naval Argentina.