El promedio de edad al momento del diagnóstico es de 45 años, es decir, mujeres jóvenes que están en la etapa más productiva de su vida.
El 4 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Concientización del Virus de Papiloma Humano, (HPV, según sus siglas en inglés o VPH, en español) organizado por la Sociedad Internacional del Papilomavirus (IPVS) y sus socios en todo el mundo.
Los VPH son virus de transmisión sexual muy comunes en todo el mundo. Existen más de 200 tipos diferentes, algunos de los cuales se sabe que causan ciertos cánceres.
“Es un virus muy frecuente que puede causar dos tipos de patologías: algo muy común son las verrugas genitales que según los estudios que realizamos en el Hospital de Clínicas indican que van a aparecer aproximadamente en el 5% de los argentinos y argentinas. Esos serían los VPH de bajo riesgo. Y otros son los VPH de alto riesgo que tienen un número, los más conocidos son los 16 y 18, que van a causar cáncer de cuello de útero. Este cáncer es la patología más grave que causa el VPH, y no lo hace inmediatamente, sino que se desarrolla a través de muchos años, habitualmente diez y veinte años, y es una enfermedad de transmisión sexual igual que las verrugas genitales”, explica Silvio Tatti (M.N. 54.387), jefe del servicio de ginecología del Hospital de Clínicas.
Por año, en la Argentina, se detectan cinco mil nuevos casos de cáncer de cuello de útero que son perfectamente evitables y hay unas 2300 muertes por cáncer de cuello de útero que también se pueden evitar, según el especialista.
“En relación con otros países, estamos en un rango intermedio. No estamos entre los países de mayor incidencia, como pueden ser Ecuador o Bolivia, ni en los países de menor incidencia como los del hemisferio norte: Noruega, Finlandia o Suecia. En lo que se refiere a la frecuencia, debemos disminuirla a través de los test de VPH y la otra es la prevención primaria a través de la vacunación”, compara Tatti.
El VPH se puede prevenir
Una manera de prevención es el uso de preservativo, que no previene completamente la infección, sino que lo hace en un 60% de los casos. ¿Por qué no la previene en su totalidad? Porque es un virus que afecta toda la mucosa del tracto genital, la vulva, la vagina y el cuello del útero y, por lo tanto, el preservativo no puede evitar el contacto con el área genital masculina. Sí se puede prevenir de una forma primaria y es a través de la vacunación.
Desde el año 2011 para las mujeres y desde 2017 para los hombres, hay obligatoriedad (está en el calendario nacional) de vacunar a las niñas y los niños de 11 años con la vacuna de VPH en dos dosis separadas por seis meses.
La vacuna se llama tetravalente porque tiene cuatro subtipos de VPH 6 y 11, responsables del 90% de las verrugas genitales y 16 y 18, responsables del 72% (según estudios del Hospital de Clínicas) de la causa del cáncer de cuello de útero en la Argentina.
“En este año, se ha disminuido la cobertura vacunal porque ha prevalecido la infección de COVID-19, pero nosotros queremos refrescar en este día tan particular de la prevención del cáncer de cuello de útero, que tenemos que volver a la normalidad de la aplicación no sólo de la vacuna de VPH sino de todas las vacunas para prevenir difteria, tétanos, varicela, sarampión, etc”, detalla el ginecólogo.
Otra forma de prevención es hacer el papanicolau a partir de los 25 años y hacerse por lo menos un test de VPH entre los 35 y 45 años de ser posible.
“Nosotros recomendamos la consulta anual ginecológica para prevención de todos los tipos de cáncer que pueden afectar la salud reproductiva de la mujer, a las patologías vinculadas al climaterio, como la osteoporosis, y a otros. como puede ser el cáncer de mama que incluso es más frecuente que el de cuello uterino. El cáncer de cuello de útero se da entre los 45 y 50 años como edad promedio”, señala Tatti.