El “Tiburón” registró un episodio de inseguridad en su nuevo predio.
Desde hace varias semanas, el ingreso al Puente Carretero, tanto desde la ciudad de Santa Fe a Santo Tomé y viceversa, ha sido foco de reiterados reclamos de inseguridad. El pasado domingo, los santotomesinos se manifestaron en la cabecera oeste del viaducto para solicitar mayor seguridad en la zona. En tanto, en la capital provincial, las instalaciones de un club santafesino ubicado en el ingreso a la vecina localidad fueron asaltadas nuevamente.
El Club Náutico El Quilla sufrió un nuevo robo en su cancha de fútbol, situada en el predio del Automóvil Club Argentino, en Avenida Circuvalación Oeste de ciudad de Santa Fe. Nuevamente padecieron del saqueo del alambrado olímpico que limita el campo de juego. En total, los delincuentes sustrajeron alrededor de 60 metros del cerco perimetral.
En dialogo con el móvil de Radio EME, Mariano Boz, jugador y miembro de la comisión de Fútbol de El Quilla, lamentó: “Estamos lleno de dolor e impotencia. Esto se hace a pulmón. Lamentablemente esto es muy triste. No sabemos hasta cuándo va a suceder”.
Además, mencionó que las autoridades del Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe se pusieron a disposición, pero la situación no varió. “Desde el Ministerio de Seguridad se pusieron a disposición. Sin embargo, no se hizo nada. Dentro del predio hay un destacamento y pasó esto. Va a pasar lo mismo a pesar de que se nos pongan a disposición”, aseguró el futbolista con Matías De Phillippis.
En consecuencia, el “Tibu” deberá invertir otra vez una obra que estaba concluida. “La bronca es enorme. Estamos viendo de encarar una obra que requerirá más de 200 mil pesos, que pensábamos que estaba terminada”, detalló Boz.
Asimismo, apuntó: “Esto no fue una tarea sencilla. Nos sacaron 60 metros de alambrado que da en el sector norte. Nos sacan las ganas de todo. Nos sentimos ultrajados”
Se trató de la tercera ocasión que registraron un hecho delictivo en dicha sede. Durante el 2020, el “Tiburón” fue el objetivo de dos robos. El primero sucedió en el mes de junio, cuando malvivientes se apropiaron del cerco perimetral de la cancha de primera división. Mientras que el segundo se desarrolló en octubre con la entradera a la sala de fútbol, donde extrajeron elementos de trabajo. “Durante la pandemia lo sufrimos. A pesar de que no se podía circular nos robaron el tejido varias veces. Además, para fines e año nos robaron los elementos de entrenamiento. Ahora nos sacaron todo el alambrado otra vez”, concluyó.
Escuchá el informe de Matías De Phillippis: