A pocos días de cumplirse un año de la declaración de cuarentena en el país, muchas son las historias de reconversión que surgen. Se trata de aquellas personas que cambiaron de rubro para poder sobrevivir.
El próximo 19 de marzo se cumple un año del momento en que la normalidad cambió. Hace un año se declaraba la “cuarentena” y muchos comercios tuvieron que cerrar sus puertas. Alguno lo hicieron por algunos meses, otros no abrieron más.
Durante esa etapa, muchos tomaron la decisión de reinventarse y buscar alternativas que le permitan subsistir.
Este es el caso de Willy Mondino, quien durante este año incursionó en seis rubros distintos. Pasó de tener una agencia de viajes a dedicarse a los alimentos y accesorios para mascotas.
En diálogo con el móvil de Radio EME, Willy contó que “compramos a un proveedor manteca que dividíamos en la familia, venían de San Cristóbal, y un día contándole mis desavenencias a los proveedores me dicen ¿no te animas a vender manteca? Ese fue el primer eslabón de la cadena de la reinvención. Vender queso y manteca”.
Mondino explicó que “en un tambo de San Cristoóal en redes sociales, donde antes se publicaban viajes, ahora se publicaban cremas, mantecas y quesos”.
Cada rubro lo continuó sin cerrar su negocio ya que “el Gobierno nos dio la opción de poder un domicilio virtual, pero la reapertura es más cara que mantenerse lo que supuestamente iban a ser dos meses sin trabajar”.
Teniendo en cuenta este cambio de rubro, Willy decidió formarse y estudió manipulación de alimentos. Esto dio pie a “vender y comercializar algo de elaboración propia de pastelería, tortas, alfajores y pastas”.
Luego, por el mes de octubre, Mondino decidió darle otra vuelta de rosca y paso por la venta de “torta sandwinch, que en ese momento era una novedad”.
Otra incursión fue en la fabricación de bijouterie para hombres y accesorios para mascotas.
Finalmente Willy contó que, además de estos trabajos, comenzó a hacer chapas decorativas. Diferentes formas de reinventarse para poder salir adelante.
Escuchá el móvil de Gabriela Hassan