Andrea Rincón tuvo una buena noche y se amigó con el jurado. La actriz hizo tortilla en wok y, aunque nadie creía que eso pudiera funcionar: le fue muy bien.
Llegó la instancia de la degustación, y Andrea acercó su tortilla, con cebolla, y morrón, y confesó:“Estoy contenta porque la di vuelta, y no se desarmó. Me quedó babé, no se llegó a quemar. Y tenía miedo porque nunca hice una tortilla tan grandota, le puse como ochocientos huevos”.
“Hoy te ganaste mi respeto. “Es un milagro esta tortilla, porque la hizo en un wok. Pensamos que iba a ser imposible, que iba a quedar como un revuelto gramajo”, sentenció Germán Martitegui.