Dante Weder es un conocido piloto ceresino que se dedica a fumigar campos y hace dos semanas estuvo al borde de la muerte cuando su avión se precipitó provocándole graves heridas.
Weder, además de piloto, es un exconcejal que se encontraba trabajando en un campo del paraje La Marina, en jurisdicción de Colonia Montefiore, localidad ubicada a 33 kilómetros al Nordeste de la ciudad de Ceres, departamento San Cristóbal. Según relató a Radio EME, el día del siniestro iba por la vuelta 14 cuando “me quedé sin comando” y el choque en picada era inminente. Si bien la altura no fue tanta, 3 metros del piso, es la velocidad la que potenció la gravedad del impacto. “Sentí un ruido y adelanto el ala derecha y no dejo que la cabina se me de vuelta porque sabía que así tenía posibilidades de sobrevivir”.
Dante fue operado de sus múltiples fracturas y hoy continúa recuperándose en su casa. Pero aquel siniestro aéreo fue más allá de lo físico. El piloto siente la necesidad de contar lo que vivió porque no le encuentra explicación y aunque le parezca raro o increíble, sabe que vio algo, que sintió algo paranormal. “A mí me cubrió un manto negro”, dijo Dante a Radio EME. Y, tal vez con el temor de que se le burlen, agrega es “creer o reventar”. Aquello que podría explicarse desde lo académico como una conmoción propia de la situación vivida, sigue generándonos una incógnita: ese manto negro… ¿Fue la muerte, un ángel o Dios? Quién sabe.