Este lunes se dio a conocer la noticia de que la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 Sputnik V podría ser aplicada hasta 90 días después de la primera sin riesgo de que se vea afectada su efectividad.
Así lo informó el director del Instituto Gamaleya, Alexander Gintsburg, cuyos dichos fueron difundidos a través de las redes sociales oficiales del inoculante ruso, que fue el primero en utilizarse en Argentina contra el coronavirus.
“Creemos que es posible aumentar el intervalo mínimo entre la primera y la segunda vacuna desde los 21 días aprobados anteriormente hasta tres meses. La extensión del intervalo no afectará la respuesta inmune inducida por la vacuna y, en algunos casos, la mejorará y prolongará”, detalló el comunicado.
A su vez, afirmaron que se arribó a esta conclusión luego de “exitosas campañas de vacunación masiva” tanto en Rusia como en otros países, destacando puntualmente a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) de Argentina.
Argentina utiliza la vacuna Sputnik V desde diciembre del año pasado. Foto: NA.
“Como desarrolladores de la vacuna, también apoyamos las decisiones realizadas de forma independiente por respetados reguladores de la salud, como la ANMAT (Argentina), sobre la ampliación del intervalo entre inyecciones”, puntualizaron.
Y finalizaron: “También creemos que, dada la demanda excepcionalmente alta de la vacuna entre la población, esta decisión aceleraría significativamente la inmunización. Creemos que depende de cada regulador nacional decidir si mantener el intervalo de 21 días entre inyecciones o extenderlo hasta 3 meses”.