Los matarifes y abastecedores viven horas de incertidumbre sobre su participación en la exportación y entonces pisaron el freno a la hora de comprar. Las vacas con destino a China registraron caídas que oscilaron entre 15% y 23%.
Los recientes anuncios del Gobierno Nacional, que establecieron medidas para controlar maniobras de evasión en las exportaciones de carne, empezaron a mostrar un fuerte impacto negativo en el precio de la vaca, categoría que encabeza las ventas externas de la cadena de ganados y carnes.
Según reconstruyó Infocampo con fuentes del negocio ganadero, los precios de las vacas con destino a China registraron caídas que oscilaron entre 15% y 23%.
Los matarifes y abastecedores que compran en el Mercado de Liniers viven horas de incertidumbre sobre su participación en la exportación y entonces pisaron el freno a la hora de comprar. Además, las fuentes consultadas coincidieron en que los frigoríficos exportadores podrán hacerse de mercadería a menor precio.
Las medidas se enfocaron sobre los denominados “exportadores sin planta”, que al calor de la demanda china comenzaron a dar sus primeros pasos en los mercados externos. Uno de los eslabones que empezó a incursionar en este negocio fue el de matarifes y abastecedores, responsables de gran parte de la faena destinada al mercado local. “A partir de la fiscalización más exhaustiva sobre la exportación, la consecuencia fue una baja muy importante en la hacienda con ese destino”, remarcó Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA).
De acuerdo a las estadísticas de precios del Mercado de Liniers, entre finales de marzo y principios de abril el valor promedio para las cuatro categorías de vaca que se comercializan en el predio de Mataderos se ubicó sobre los 125 pesos. El dato a tener en cuenta es que en esos días la vaca conserva inferior cotizaba en promedios de 101 pesos, y tras conocerse las resoluciones del Gobierno, este número bajó a 90 pesos.
Al analizar valores máximos y mínimos, se pueden apreciar las oscilaciones que se ven en las pasarelas de Liniers. En la semana del 4 al 9 de abril, la vaca conserva inferior registró un piso de 80 pesos y un tope de 150 pesos y dos semanas después, las cotizaciones cayeron a 70 y 125 pesos, respectivamente. “Esta situación preocupa mucho a los productores, dado que la medida está impulsada por los exportadores, que se harán de carne más barata”, advirtió el directivo.
Con respecto a la potencialidad de este eslabón para participar en el comercio exterior, el directivo afirmó que unos 82 matarifes cuentan con matrículas para exportar. “Tenemos la capacidad de cerrar convenios exportar y volcar un porcentaje de nuestra producción para acuerdos de precios en el mercado interno”, destacó, mientras Gobierno y exportadores buscan cerrar los nuevos términos del acuerdo de Precios Máximos, que finaliza el 30 de abril.
El periodista especializado en el sector ganadero Julio Boutet explicó que a partir de la implementación de las Resoluciones 3 y 60 se empezó a registrar una distorsión en los valores de Liniers, sobre todo por el lado de la vaca conserva, que representa el grueso del volumen que se exporta a China. El negocio de la vaca representó un fuerte impulso para la actividad, sobre todo en los últimos meses de 2020 y principios de este año. “Expresado en dólares, el valor de esta categoría generó un círculo virtuoso para los criadores, intermediarios y Gobierno”, resumió.
En este período, Boutet destacó que los criadores argentinos “fueron financiados por China, para renovar sus planteles de vientres”. El impulso del gigante asiático revitalizó una categoría que pasó de apenas salvar los costos a generar márgenes de rentabilidad por demás interesantes, situación que se reflejó en los campos ganaderos. De esta manera, los productores “pudieron cambiar las vacas de conserva flacas que no producían más terneros, por un vientre productivo de buena calidad”, según analizó.
Este círculo virtuoso para la reposición de vientres fue inédito en el negocio ganadero argentino. Según calculó Boutet, una vaca de descarte, terminada a maíz y llevada a un peso de 500 kilos se llegó a vender en Liniers a 140 pesos. ”Esto significa que el valor de reposición quedó casi uno a uno, esto fue posible gracias a la demanda china”, sostuvo.
El periodista advirtió que el nuevo escenario del negocio para la vaca –con caídas de 20 a 30 pesos- “sacó de la cancha a matarifes y abastecedores, que habían ingresado al negocio y además también empezaron a perder los criadores”.
Los consignatarios de Liniers también siguen con preocupación esta caída en los valores de la vaca. Federico Uzandizaga, de la consignataria Casa Usandizaga S.A., afirmó que el negocio sintió el impacto de las medidas implementadas por el Gobierno y se están acomodando a las nuevas cotizaciones. En este punto, el consignatario estimó que los precios “tienen que estar un poco más arriba” y recordó que solo hace un mes, “la vaca conserva se remataba a 115 pesos el kilo”.