Un análisis de expertos en Estados Unidos sostiene que con el advenimiento de la cocinas moleculares se producirá una gran crisis de todas las producciones animales en ese país.
Un grupo de expertos norteamericanos independiente que analiza la disrupción impulsada por la tecnología, llamada RethinkX, anticipó en un estudio reciente que, para 2030, el número de vacas en los EE.UU. habrá disminuido en un 50% y la industria ganadera estará prácticamente en bancarrota.
Todas las demás industrias ganaderas, agregan, sufrirán un destino similar, con el consecuente impacto sobre las empresas y los productores.
En este sentido, sostienen que, en nueve años, la demanda de productos derivados de animales caerá un 70% y para el año 2035, la demanda de productos de vaca se habrá reducido entre un 80% y un 90%.
¿En base a qué se producirá este cambio? De acuerdo a la proyección que hicieron los integrantes de este laboratorio de ideas, se sucederá a partir de los rápidos avances en biología que permitirá hacer grandes ajuste que se están haciendo en la fermentación de precisión, un proceso que permite programar microorganismos para producir casi cualquier molécula orgánica compleja.
De este modo, indican que estos avances combinados con un modelo de producción completamente nuevo, llamado “Food-as-Software”, asegurará una repetición constante para que los productos mejoren rápidamente en cantidad y calidad, con cada versión superior y más barata que la anterior.
Así se crearán libros de cocina moleculares que los ingenieros de alimentos en cualquier parte del mundo podrán utilizar para diseñar productos.
Esta alternativa de alimentación moderna en la que están pensando estos expertos brindará un sistema de producción completamente descentralizado, mucho más estable y resistente que la agricultura animal industrial.
Las innovaciones alimentarias del futuro, dicen, serán hasta 100 veces más eficientes en el uso de la tierra, entre 10 y 25 veces más eficientes en materia prima, 20 veces más eficientes en el tiempo, 10 veces más eficientes en el uso del agua y 1,2 veces producirán un orden de magnitud menos de desechos.
Según el análisis, a partir de 2023, la adopción se inclinará y se acelerará exponencialmente en la búsqueda de estos alimentos y la interrupción se desarrollará de varias maneras y no dependerá únicamente de la sustitución directa. En algunos mercados, como el lechero, ejemplifican, solo es necesario reemplazar un pequeño porcentaje de los ingredientes para que se interrumpa un producto completo.