La Organización Mundial de la Salud aseguró que el virus se propaga por el aire principalmente entre personas que están en contacto cercano entre sí y en ambientes interiores mal ventilados o demasiados concurridos.
Con el descenso de las temperaturas en buena parte de la provincia de Santa Fe y la región central del país, se nos plantea un nuevo desafío: ventilar los espacios cerrados.
Hace tiempo que los especialistas nos explicaron sobre la importancia de dejar ventanas abiertas, de manera que el aire pueda cruzar las habitaciones o los recintos cerrados para renovarse permanentemente. Nos dijeron que no alcanza con ventilar un momento y luego cerrar, todo, es preciso que puertas o ventanas permanezcan abiertas.
Hace una semana dialogábamos a través del programa Informados de Radio EME con el experto en ingeniería ambiental español José Luis Jiménez, profesor de química de la Universidad de Colorado Boulder, en EEUU.
“La ventilación de los espacios cerrados, como oficinas, autos, casas, escuelas y transporte público, hoy es clave como una manera para controlar la pandemia”, dijo Jiménez quien es parte del grupo de 239 científicos que le señaló a la OMS el año pasado que debía considerar que el coronavirus también se transmite por el aire y es uno de los especialistas que firmó el reciente artículo publicado en The Lancet que reúne evidencia aplastante de que el principal modo de transmisión del coronavirus es por el aire.
“¿Por qué seguimos estando en pandemia? Se preguntó el experto. Una de las razones es que una persona puede infectarse con el coronavirus y no dar síntomas. Pero al exhalar o al hablar emite aerosoles que contienen el coronavirus. El problema es que los demás ven a esa persona como alguien sano y si comparten un espacio como oficina, escuela, o transporte, pueden contagiarse la infección. Aún cuesta reconocer que el coronavirus también está en el aire”, afirmó.
Ahora la Organización Mundial de la Salud, ha reconocido lo que los especialistas demandaban en relación a la principal vía de contagio del Covid-19: la transmisión del coronavirus a través de los aerosoles, pequeñas gotas que emitimos con tan sólo respirar y que pueden quedar flotando en el aire.
La actualización, que se realizó el 30 de abril y por el momento sólo está disponible en la página en inglés de la OMS, señaló que “sabemos que la enfermedad es causada por el virus SARS-CoV-2, que se propaga entre las personas de diferentes formas”.
Entre estas formas, describió: “El virus se puede propagar desde la boca o la nariz de una persona infectada en pequeñas partículas líquidas cuando tose, estornuda, habla, canta o respira. Estas partículas varían desde gotitas respiratorias más grandes hasta aerosoles más pequeños”.
“La evidencia actual sugiere que el virus se propaga principalmente entre personas que están en contacto cercano entre sí, generalmente dentro de 1 metro (corto alcance). Una persona puede infectarse cuando se inhalan aerosoles o gotitas que contienen el virus o entran en contacto directo con los ojos, la nariz o la boca”, indicó.
Y añadió: “El virus también se puede propagar en ambientes interiores mal ventilados y/o concurridos, donde las personas tienden a pasar períodos de tiempo más largos. Esto se debe a que los aerosoles permanecen suspendidos en el aire o viajan más de 1 metro (largo alcance)”.
Finalmente, el documento recordó que “las personas también pueden infectarse al tocar superficies que han sido contaminadas por el virus al tocarse los ojos, la nariz o la boca sin lavarse las manos”.
Ante tanta evidencia y cierto cambio que plantea al paradigma de contagios, más aún con el comienzo de la temporada de bajas temperaturas, es necesario poner énfasis en la importancia de la ventilación constante de los espacios cerrados.
Ante la novedad, Jimémnez reconoció que “Es la primera vez que la OMS dice con claridad y en un documento de acceso público el rol de los aerosoles en el contagio, de modo tal que ya no queda lugar a confusión”.
El especialista trató de definir de manera práctica, qué cambia este reconocimiento que hace la OMS, diciendo que a partir de ahora, al aceptar que el virus se trasmite por los aerosoles, recobra importancia el uso de manera correcta del barbijo en todo momento y pierde relevancia la desinfección de distintas superficies, donde se creía que permanecía el virus.
“Significa -continuó- que de las personas infectadas sale como un humo invisible que puede contener el virus con capacidad de infectar. Ese humo son los aerosoles respiratorios, son partículas muy pequeñas, invisibles, que se quedan flotando en el aire y que otra persona puede inspirar en dos situaciones: cuando estás muy cerca (sobre todo cuando ambos están sin barbijo) o cuando compartes el aire en una habitación cerrada, porque el espacio cerrado atrapa el aire que esa persona está exhalando”.
Con información de Telam.