Sin presencia de público, el Gobierno de la Ciudad de Ceres realizó un sencillo acto para conmemorar el día de la revolución de mayo.
Esto decía en su discurso la Intendente Alejandra Dupouy:
DISCURSO ACTO 25 DE MAYO
Si hablamos de revolución, hacemos referencia a la necesidad de un cambio, de una modificación o de dar una vuelta más para permitir que surjan certezas ante tantas dudas en la historia futura. Pero si se gesta una revolución, es señal de que antes hubo situaciones desesperadas entre sombras que fueron haciendo necesarias esas transiciones, para poder pensar y soñar con un mundo mejor.
El 25 de mayo de 1810 fue un punto de inflexión en la memoria de nuestro país, gestado con la valentía y el compromiso de los grandes hombres y mujeres que en ese momento de la historia, vieron la necesidad de bendecir la comunión de los que pensaban parecido y actuaron en consecuencia, esperando un nuevo sol para todos los argentinos.
La historia siempre cuenta acerca de los hombres que se sentaron en los sillones dentro del cabildo luego de haber logrado expulsar a quienes nos tenían sometidos, o cuentan de aquellos que repartieron en las calles las escarapelas y panfletos con las ideas revolucionarias…
Pero existe otra historia, más profunda, más sensible y con perfume de mujer, ya que en ese momento las mujeres argentinas también hicieron su aporte personal para lograr el sueño anhelado de la libertad.
Las mujeres revolucionarias, si bien en la vida pública estaban prácticamente invisibilizadas, dentro de sus hogares cambiaban la historia.
Ellas abrieron sus casas para tertulias culturales o como puntos de encuentro de intelectuales y políticos con el fin de apoyar la causa y promover la expansión de las ideas de cambio. También plasmaron, en numerosos textos, las ideas de los patriotas y las divulgaron haciendo que la revolución no sea sólo con las armas de fuego, sino también con el poder de las ideas y las palabras que permiten perdurar los sentimientos a través de los tiempos e inventar un nuevo día cada día, donde el futuro es ahora…
Es sumamente necesario que la semilla de la democracia surgida ese 1810 siga promoviendo los pensamientos compartidos entre todos, que sigamos comprometidos para llegar a un buen acuerdo, no con el fin de que todos pensemos igual pero sí con el propósito de arribar a un pensamiento común, donde lo que sea bueno lo sea para la mayoría de las personas.
Que la palabra libertad, proclamada ese día y en todos los tiempos al entonar nuestro himno, sea la posibilidad de escoger cualquier camino que nos lleve a ser mejores. Y que la justicia siempre sea sinónimo de igualdad, de equilibrio en las prácticas políticas para todos los habitantes de nuestro país.
Parafraseando a Eduardo Galeano, “ojalá seamos dignos de la desesperada esperanza. Ojalá podamos tener el coraje y la valentía de arriesgarnos a estar juntos… Ojalá podamos volver a ser desobedientes como los hombres y mujeres de mayo, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común…
Ojalá también podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia, nazca donde nazca y viva donde viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo…”
Ojalá que todos podamos darnos cuenta que no la vale la pena vivir para ganar, como si la vida fuera una carrera, sino que vale la pena seguir nuestra conciencia, comprometiendo nuestros pasos para que continúen esos primeros dados en 1810.
Que sigamos custodiando los logros de esa revolución, plasmando sueños de cambio y esperanza, que nos permitan transformar este mundo en un mundo mejor.
Ojala que a pesar de los momentos tristes que estamos viviendo ante la pérdida irreparable de personas conocidas, familiares y amigos, esta pandemia pueda definitivamente cesar en su embate . Debemos trabajar de manera mancomunada y colaborativa, esforzarnos por construir una sociedad más compasiva, con equidad, más empática y más unida que nunca. Ojala que nadie pierda la esperanza de que un mundo mejor es posible, las tormentas nos hacen más fuertes y por suerte nunca duran para siempre. Viva La Patria!!!!