Miguel Sandoval, de 38 años, no vivía en la casa en la que fue asesinado a tiros la tarde de este domingo.
Sandoval trabajaba en una vivienda humilde de pasaje Capuchino al 2600, Villa Gobernador Gálvez, levantaba una pared de ladrillos. En eso estaba el albañil cuando un hombre, después de llamar a la puerta, entró a la casa y le disparó al menos once balazos a quemarropa para luego fugarse en una moto en la que otra persona lo esperaba.
En la escena del crimen fueron marcados esos once balazos, de los cuales varios quedaron sobre una pared en diagonal a la puerta. En ese trayecto de unos pocos metros, según la dueña de la casa, quedó tendido el cuerpo de Sandoval. Se dedujo que el hombre intentó escapar por el fondo de la vivienda, pero apenas pudo moverse unos metros.
Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron que en el crimen de Sandoval intervinieron, en principio, dos hombres. Llegaron en una moto y uno de ellos agredió a la víctima “con múltiples disparos de arma de fuego”.