En un sector del Hospital “José María Cullen” se empezó a a ver una enorme nube de “humo” blanco despedida a borbotones cuando se estaba realizando la recarga del tanque de oxígeno. En ese momento se produjo la rotura de la válvula conectora de un acople, lo que generó la desconexión de ese tanque principal y la pérdida del hoy vital elemento para los pacientes internados que lo requieren.
Esa manguera “descontrolada” pegó en la cara y en la cabeza del camionero encargado de realizar esa esa función de recarga del tanque, que debió ser atendido en la Guardia y no sufrió lesiones.