Un insólito hecho ocurrido en Rusia se hizo viral en las últimas horas. Como es habitual, a pesar de la prohibición del consumo de alcohol a la hora de manejar, muchos conductores son detenidos por efectivos policiales y multados por circular alcoholizados.
Esta situación se vio en la ciudad rusa de Irkutsk, donde un hombre fue arrestado por conducir ebrio y fue metido en el patrullero. Allí dentro le labraron el acta correspondiente y quisieron calmarlo.
Sin embargo, el intento de los agentes resultó nulo ya que el detenido no sólo siguió alterándose, sino que además tomó la drástica medida de comerse el papel de la multa e intentó huir.
El señor fue captado por la cámara de seguridad del automóvil policial y condenado a 10 días de arresto administrativo.