La apertura en Reino Unido sería postergada cuatro semanas tras el aumento de contagios producto de la variante Delta de coronavirus.
La variante Delta del COVID-19, detectada por primera vez en India, preocupa al mundo y, específicamente, al Reino Unido, que analiza no flexibilizar las restricciones hasta dentro de cuatro semanas.
Así lo constató la BBC, indicando que el aumento de casos de coronavirus producto de la propagación de esta variante es el principal motivo de la marcha atrás que anunciaría este lunes el primer ministro británico Boris Johnson.
El objetivo de las autoridades británicas es continuar con la vacunación previo a la laxación de las medidas. Según los reportes del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), Inglaterra, país que se vería más afectado por el retroceso de la apertura, ya aplicó 59.965.740 dosis de la vacuna contra el COVID-19: 34.727.273 personas recibieron al menos una dosis, mientras que 25.238.467 ya completaron su esquema de vacunación.
A pesar de las cifras de vacunación, el Reino Unido no pudo hacerle frente a la variante Delta, la cual es 60% más contagiosa que la Alfa, detectada en Inglaterra, y que causó un preocupante aumento de los contagios que superan los 7.000 nuevos casos diarios.