Los especialistas ratificaron en su trabajo final que la empresa ocultó pasivos. Millonario embargo a la cerealera Díaz & Forti
Los auditores forenses del concurso de Vicentin ratificaron su conclusión de que las dificultades financieras de la agroexportadora comenzaron mucho antes que la cesación oficial de pagos en diciembre de 2019. Y que la firma ocultó pasivos para que no figuraran en los estados contables.
El informe elaborado por la firma Deloitte y el estudio Arnaud Iribarne y asociados fue entregado recientemente al juez del concurso, Fabián Lorenzini. El trabajo de casi 300 páginas realiza un análisis muy crítico del manejo financiero de la conducción de Vicentin, el rol de las empresas vinculadas y el “ocultamiento” de pasivos en los balances de la empresa.
Los auditores insistieron, como en informes anteriores, en que que Vicentin evitó informar en sus estados contables deudas generadas por operaciones de compra de granos con precios a fijar en 2017 y 2018 , por un total de casi u$s 900 millones. De esa manera, en sintonía con los reportes de bancos extranjeros acreedores y de los análisis de los veedores del concurso, la sospecha firme es que la empresa ya tenía problemas desde al menos un año antes de entrar en default, pero lo ocultaba a través de “contabilidad creativa” para seguir tomando créditos. En este proceso, las empresas vinculadas en Uruguay y otros países eran parte de este entramado.