Erminio Aguirre, de 50 años que había sufrido gravísimas heridas al ser prendido fuego en su casa de Laguna del Desierto al 3800, falleció anoche en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca).
El ataque a Aguirre fue perpetrado por un grupo de delincuentes que, según indicaron fuentes del caso, le exigían que se vaya de su casa.
El caso encierra una historia espeluznante que se refleja en otros lugares de la ciudad: bandas de narcotraficantes que amenazan a familias enteras para apropiarse o usurpar casas y que no vacilan en utilizar la extrema violencia para lograr ese objetivo.
Eso fue lo que sucedió el domingo 4 de julio con Aguirre. La víctima, que quedó encerrada en el interior de la vivienda cuando se propagaron las llamas, sufrió quemaduras en todo el cuerpo.
Frente a la casa de Aguirre se detuvo un auto del que bajaron cuatro hombres, uno llevaba un bidón de nafta. Los agresores rompieron la reja e ingresaron al inmueble. Una vez dentro rociaron con combustible tanto la vivienda como a su ocupante y prendieron fuego.
La casa había sido baleada cuatro meses atrás cuando alguien dejó una carta en la que le pedían a Erminio que abandonara su casa.