El próximo juego de la mítica franquicia de Ubisoft, Assassin’s Creed no será un juego como al que el estudio de origen francés nos tiene acostumbrados.
El plan del estudio es que Assassin’s Creed Infinity -así es el nombre clave del proyecto, no es el título final- abandone el concepto de entrega anual para entrar en lo que en la industria se denomina como “Juegos como servicio”. El foco entonces, sería que Infinity haga las veces de una plataforma de contenidos en constante evolución y crecimiento, que tendrá la capacidad de albergar una cantidad determinada de historias principales, inspiradas en distintos contextos históricos.
Este proyecto consiste en una colaboración entre dos de los principales estudios de Ubisoft: Ubisoft Montreal y Ubisoft Quebec, bajo la producción ejecutiva de dos veteranos de ambos estudios, que oficiaron como productores y asesores de marca durante la última década de la franquicia. En la Dirección Creativa también hay un tándem de directores de renombre, entre los que destaca sin lugar a dudas Clint Hocking: una de las mentes más brillantes de la industria, responsable además de Watch Dogs: Legion. Esto también marca el regreso Hocking a Ubisoft Montreal, donde ofició como diseñador de niveles, diseñador de juego y guionista de la primera trilogía de Splinter Cell.