El estafador puede crearse una cuenta en Instagram y una vez es verificada, modificar la información de perfil para suplantar la identidad de la víctima.
Instagram, por “culpa” de su gran popularidad, se transformó en el escenario favorito de los ciberdelincuentes y hackers, quienes montaron un nuevo tipo de negocio clandestino que aprovecha los mecanismos de protección de la plataformapara lucrase y obtener dinero.
Este negocio, que muchas veces está vinculado con el robo de cuentas, tiene una nueva faceta: la restauración de cuentas que han sido inhabilitadas por la propia plataforma.
Los servicios a demanda para inhabilitar cuentas aprovechan los sistemas de protección de Instagram, como informan en Motherboard.
Así, y una vez contratada la acción, el estafador puede crearse una cuenta en la plataforma y una vez es verificada, modificar la información de perfil y la imagen para suplantar con ella la identidad de la víctima.
Con denunciar a esta última por suplantación es suficiente para sacarla de la red social.
En Internet pueden encontrarse ‘scripts’ para realizar denuncias masivas de cuentas de forma automatizada, como ha denunciado una de las víctimas.
Las ofertas de servicios para inhabilitar cuentas tienen precios asequibles. Según Motherboard, uno de los anuncios consultados cobra entre 5 y 30 dólares, según la cantidad de seguidores que tenga, mientras que otro cobra 60 dólares por cada cuenta eliminada.
En la otra cara de la moneda se encuentran los servicios que ofrecen el proceso contrario: restaurar una cuenta eliminada por Instagram.
De hecho, y según una de las víctimas, ambos negocios están vinculados, ya que nada más ser el blanco de una inhabilitación fraudulenta, puede llegar un mensaje que ofrece recuperarla a cambio de un precio, que suele ser de entre 3.500 y 4000 dólares.
Instagram ha asegurado al medio citado que está investigando este tipo de actividad, así como los foros donde se ofrecen estos servicios.