La Bolsa de Cereales de esa provincia reportó que los arrendamientos registran un promedio de 11,5 quintales por hectárea.
Los alquileres agrícolas en Córdoba alcanzaron su valor más alto de los últimos 10 años, al llegar a un promedio de 11,5 quintales por hectárea, lo que significa una suba del 5% respecto a la campaña previa, informó la Bolsa de Cereales de esa provincia.
Sin embargo, los precios medidos en dólares bajarían US$17 por hectárea en comparación a la campaña precedente, si se concreta el menor precio esperado a cosecha, que en el mercado local se ubica en US$315 por tonelada para la soja a mayo del 2022, aclararon desde la entidad cordobesa.
La información surgió de un relevamiento a los más de 200 colaboradores de la Bolsa, quienes aportaron los valores promedios de arrendamientos en sus zonas de influencia, así como también los modos que se implementan.
Los promedios más elevados se encuentran en el este y sureste de la provincia, siendo los más elevados en Marcos Juárez (17,5 qq/ha), seguido por Unión (14 qq/ha) y Juárez Celman (12,5 qq/ha).
Por otro lado, hacia el norte y el suroeste de la provincia, se pueden observar los números más bajos, encontrando los mínimos en Río Seco (9 qq/ha), Tulumba (9 qq/ha) y Río Primero (9,5 qq/ha).
Con respecto a la campaña 2020/21, las variaciones oscilan en un rango de -0,5 y 2 qq/ha de soja. Así, solamente 2 de los 17 municipios analizados presentaron una disminución en el costo del alquiler. Se tratan de Calamuchita y Colón, con un descenso de 0,5 quintales.
En tanto, los 9 departamentos restantes mostraron un incremento interanual en los guarismos. Los casos más destacables fueron los de General Roca (+2 qq/ha), Juárez Celman (+1,5 qq/ha), Río Cuarto (+1 qq/ha) y Río Segundo (+1 qq/ha).
Los que quedaron sin cambios fueron General San Martín, Presidente Roque Saenz Peña, Río Primero, Santa María, Totoral y Tulumba.
Precios más altos, con distintas modalidades
Si bien la modalidad de arrendamiento más utilizada para la campaña 2021/22 es la de quintales fijos por hectárea, la Bolsa también detalló las otras formas más comunes que se están implementando para firmar los contratos.
Uno de los casos es a porcentaje del rendimiento obtenido a cosecha. Suele ejercerse en campos con menor potencial productivo y la distribución de la cosecha varía según el cultivo que se sembró.
En zonas tamberas, principalmente en la localidad de San Justo, algunos arrendamientos se pactan entre 100 y 110 litros de leche por hectárea.
El “contrato mixto” es otro de los métodos más usuales. Consiste en un pago fijo en quintales por hectárea a cosecha, más un plus adicional (medido en porcentaje) si la producción supera un determinado rendimiento.
Por ejemplo, se pueden pedir 10 quintales por hectárea más un adicional del 20% del rinde que pase los 25 qq/ha. Por ejemplo, si el rendimiento final es de 30 qq/ha, se deberá pagar por arrendamiento 11 quintales de soja (10 quintales de base, más un 20% de los 5 que superaron el resultado acordado).
Por último, en las siembras asociativas entre las partes se dividen los costos, el inquilino aportando los insumos y el dueño la tierra. Luego, se reparte el rinde en base a las contribuciones de cada uno, utilizando como referencia una tabla de incremento a partir del valor del volumen producido.
Fuente: TN/Campo