Parecen inservibles y grotescos, pero son más que útiles. Sacárselos podría aumentar el riesgo de infecciones respiratorias.
A medida que se envejece, los “pelitos” de la nariz crecen y pueden resultar molestos y antiestéticos. Si por algún motivo no hay vello en la nariz no sólo se pierde una barrera natural, sino que pueden aparecer problemas derivados de su eliminación inadecuada como por ejemplo, vello encarnado.
“Son las llamadas vibrisas, están ubicadas en el vestíbulo nasal, en la entrada de las fosas nasales. Sirven de filtro para el aire que ingresa a nuestras fosas nasales. Es decir que filtran polvo, bacterias, virus, pólen y esporas. En los animales, están mucho más desarrolladas”, explica Ana Cofré (M.N.117.124) médica avezada en Patología de Olfato y Gusto, docente de Otorrinolaringología de la Facultad de Medicina de la UBA.
De acuerdo con un estudio de 2010, publicado en el National Center for Biotechnology Information, entre más largos sean los pelos de la nariz, su proceso de filtración de bacterias mejora. La investigación incluso afirma que el riesgo de desarrollar asma disminuye.
En 1896, un par de médicos ingleses, escribió en la prestigiosa revista médica The Lancet, que el interior de la gran mayoría de las fosas nasales normales es perfectamente aséptico (estéril). En cambio, en los vestíbulos de las fosas nasales, las vibrisas que los recubren y todas las costras que se forman en ellos suelen estar repletos de bacterias.
“Es decir atrapan a las de mayor tamaño, las macroscópicas. Las que pasan ese filtro, se depositan en segmentos posteriores sobre la mucosa nasal, en otras estructuras y son atrapadas por la capa de moco (secreción mucosa producida por unas células llamadas caliciformes) y son arrastradas por mecanismos de aclaramiento mucolilar, que barre todo hacia nuestra cavidad oral”, detalla Cofré y agrega que hay células de defensa que cuando falla todo esto, entran y ponen en juego nuestro estado inmunológico.
Sobre la estética
El envejecimiento es la causa más común del vello de la nariz que crece largo y grueso. Esto se debe a que los folículos pilosos, incluso los de la nariz, crecen en ciclos.
Si se quiere mantener estos pelos bajo control, la mejor opción es recortarlos con una tijera cosmética de puntas redondeadas cuando empiecen a asomarse fuera de la nariz. Lo que nunca se tiene que hacer es tironear de ellos y arrancarlos con una pinza de depilar. No sólo porque puede causar un lagrimeo, sino porque puede provocar que el siguiente pelo se enquiste.
Hoy la mayoría de las afeitadoras incluyen un aditamento que está enfocado en retirar el pelo nasal. También hay ceras especialmente formuladas e hipoalergénicas. Después de recortar el vello, se recomienda humectar las fosas nasales con unas gotas de suero fisiológico.
Fuente: TN/Con Bienestar