La situación económica y la falta de futuro son las causas que motivan a tomar esta decisión, pero hay otros, como la inseguridad, que hacen inclinar la balanza. Es el caso de Hernán y Mariana que, con sus 4 hijos de 2 a 7 años, emigraron.
La crisis económica agravada por la pandemia y los sucesivos hechos de inseguridad, puntualmente en la provincia de Santa Fe, aumentaron el número de santafesinos que en los últimos meses emigraron de la Argentina en busca de un futuro mejor y mayor seguridad.
Esta situación en la cual miles de argentinos deciden irse del país dejando todo, contrasta con las declaraciones de la Ministra de Seguridad Sabina Frederic que habló de la inseguridad en el Conurbano: “Suiza es más tranquilo, pero también más aburrido”.
En este caso una familia numerosa de Santa Fe, vendió la casa, el auto, y todo lo que pudo para irse del país. Se trata de Hernán y Mariana, y cuatros hijos, de entre dos y siete años, que decidieron irse a España. Uno de los países que figura entre los países más elegidos por los argentinos por el idioma, la calidad de vida y la diversidad de oportunidades que se pueden conseguir, según los datos arrojados por la ONU.
Hace tan sólo tres semanas, llegaron a España para iniciar una nueva vida, escapando a la inseguridad de Santa Fe, y dejando atrás su casa, sus trabajos y parte de su familia.
Hoy se encuentran en un pueblo cercano a Valencia, ocupados en todo lo que implica el gran cambio que acaban de dar. Desde encontrar una casa para instalarse, elegir el colegio de los chicos y la búsqueda de nuevos empleos.
“No nos vamos enojados, nos vamos frustrados”, afirmó Hernán en diálogo con Telefe Rosario. Y agregó: “La realidad es que no estábamos en una mala situación económica. Soy docente, pasé por todos los cargos, y era director de un colegio privado. Mi mujer está a punto de recibirse de arquitecta. No nos faltaba la plata, pero tampoco nos sobraba. Una típica familia de clase media que andaba corriendo para pagar la tarjeta y demás gastos. La decisión no fue económica”.
El hecho determinante fue la inseguridad. En pocas semanas fueron testigos de varios sucesos delictivos en la ciudad de Santa Fe “Ver qué robaban frente a nuestra casa, que maniataron una pareja mayor a media cuadra para robarles fue la gota final”, exclamó Mariana.
“No puede ser que los nenes estaban más pendientes de si ponía o no la alarma, si cerraba la puerta y de cualquier ruido que escuchaban, que de jugar y aprender”, advirtieron. Por eso, “llegó un momento en que dijimos basta, esto no da para más” afirmó Hernán.
“En la Argentina no sirve hacer las cosas bien. Nosotros intentamos hacer lo correcto, pero nada se valora. Más allá de un Gobierno. Es un estado de cosas que hace todo más difícil”, comentó Marina.
“Argentina no es un país, es una trampa. Eso le decía el personaje de Federico Luppi a su hijo adolescente, cuando trataba de convencerlo de que dejara el país, en la película Martín Hache. Año 1997. Y la trampa es que te hacen creer que puede cambiar”, afirmó Hernán. Y agregó: “El problema es moral y eso corroe todos los ámbitos. Hasta el que quiere hacer las cosas bien”.
Por el momento, vivirán de ahorros. Vendieron su casa, los dos autos y hasta algunos muebles, para financiar esta nueva vida, en busca de mayor solvencia económica, seguridad, educación y mayores posibilidades de “proyectar a futuro con una estabilidad diferente” a la que puede tener en Argentina. “Todo lo hacemos por nuestros hijos, es por ellos”, concluyen al unísono Mariana y Hernán.