Así lo determinó un estudio realizado por el gobierno bonaerense que fue publicado en la prestigiosa revista EClinicalMedicine del grupo The Lancet.
La vacuna Sputnik Light, el primer componente de la Sputnik V, previno el 78,6% de las infecciones por coronavirus confirmadas en laboratorio, el 87,6% de las hospitalizaciones y el 84,8% en personas de entre 60 a 79 años, según un estudio realizado por el Ministerio de Salud bonaerense publicado este lunes en la prestigiosa revista EClinicalMedicine del grupo The Lancet.
Las conclusiones del trabajo surgieron del análisis de datos de más de 186.581 personas entre 60 y 79 años de los partidos bonaerenses del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), de las cuales 40.387 habían recibido la primera dosis de la vacuna Sputnik (que es la Sputnik Light) entre el 29 de diciembre de 2020 al 21 de marzo de 2021.
“La población mayor de 80 años no se incluyó en este estudio porque para el 1 de mayo de 2021 más del 95% de este grupo de edad ya había sido vacunado, lo que dejaba un número insuficiente de sujetos no vacunados para comparar, lo que frustraría el propósito del estudio”, indicaron los autores del trabajo.
El objetivo principal fue comparar la proporción de infecciones confirmadas, hospitalizaciones y muertes por Covid en vacunados y no vacunados, luego de los 21 días y hasta los 40 días desde la fecha de vacunación o fecha de inicio de seguimiento, en tanto que del estudio se excluyeron las personas con antecedente registrado de infección previa por SARS-CoV-2.
“Los resultados de este estudio realizado en entornos de la vida real indican que el primer componente de la vacuna Gam-COVID-Vac (Sputnik V) previene el 78,6% de las infecciones por SARS-CoV-2 confirmadas en laboratorio, el 87,6% de las hospitalizaciones y el 84,8% % de muertes entre 21 y 83 días después de la vacunación en una población de 60 a 79 años; estos datos son consistentes con conocimientos previos sobre el tema”, concluyeron los autores del trabajo.
No obstante, advirtieron que, “sin duda, el esquema completo de vacunación debe ser el estándar de atención ya que confiere la máxima efectividad”.
Las conclusiones publicadas hoy en EClinicalMedicine habían sido adelantadas el 2 de junio pasado por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, que realizó el trabajo junto al Sistema Nacional de Vigilancia en Salud y el Sistema de Gestión de Camas de la provincia de Buenos Aires.
“Esta investigación coronó un esquema de trabajo muy interesante de la provincia de Buenos Aires. Primero, se analizaron los datos para tomar decisiones de salud pública inmediata que fue, en aquel momento, demorar las segundas dosis para aplicar más primeras, que además en el caso de la Sputnik implicaba pedir más componentes uno; y a partir de esto, generar además evidencia científica de calidad para el resto del mundo como lo es la publicación en este tipo de revistas”, señaló a la agencia Télam el bioquímico y analista de datos Santiago Olszevicki y uno de los autores de la publicación.
Olszevicki señaló que “cuando una investigación de este tipo llega a ser publicada, muchas veces la información ya se tenía o bien ya es tardía en relación al momento que se atraviesa, especialmente durante una pandemia; en este caso, este trabajo se realizó cuando todavía la variante Delta no era una amenaza en todo el mundo, había escasez de vacunas y en el mundo se debatía si completar esquemas o alcanzar a más personas con una dosis”.
“Esto demuestra una vez más que en la pandemia las reglas del juego tienen que reajustarse, y que muchas veces quienes toman decisiones no pueden esperar a la publicación científica definitiva”, señaló.
Olszevicki recordó, además, que “hoy tenemos evidencia internacional de que muchas de las vacunas disponibles pierden efectividad contra la infección sintomática por la variante Delta, pero la conservan frente a la hospitalización y las muertes”.
Fuente: Telam