La percepción en torno a la felicidad, salud, educación y oferta laboral son algunos de los tópicos que aborda la Medición de Calidad de Vida en Pueblos y Ciudades de la Fundación COLSECOR, con sede en Córdoba. Más satisfacción laboral en localidades pequeñas y un mayor cansancio y estrés en las mujeres forman parte de las conclusiones del trabajo.
Durante el mes de julio, la Fundación COLSECOR llevó adelante la Medición de Calidad de Vida en Pueblos y Ciudades, relevamiento que se propuso indagar por segundo año consecutivo sobre un conjunto de indicadores sobre el bienestar en la vida cotidiana, así como la satisfacción con el lugar donde se habita.
La investigación consistió en 73 preguntas realizadas a través de cuestionarios digitales a 1.567 personas residentes en diferentes lugares de Córdoba, con aperturas por cuatro tamaños de localidad, sexo, edad y nivel educativo. Intervinieron en el diseño e implementación la socióloga Natalia Calcagno y el politólogo Mario Riorda.
Los cuatro ejes sobre los que se estructuró la Medición de Calidad de Vida en Pueblos y Ciudades fueron: Bienestar personal, Satisfacción con la vida en su localidad, el tercero abordó temas variados como la migración, confianza social, el futuro, Estado y mercado, mientras que el cuarto indagó en la participación comunitaria.
La Fundación nació en el 2018, con el fin de promover la Economía Social y el desarrollo de las localidades donde las cooperativas se encuentran insertas. Su presidente honorario es José “Pepe” Mujica.
Se trata de un desprendimiento de la entidad madre, COLSECOR, que es una integración de cooperativas y Pymes que desde 1995 reúne a entidades que prestan servicios de televisión por cable y telecomunicaciones en 270 comunidades de Argentina.
Los resultados
La Medición de Calidad de Vida en Pueblos y Ciudades habilitó además comparaciones interanuales. Así, al cotejar los datos con los del estudio realizado por Fundación COLSECOR en el 2020, se observa en primera medida una percepción de deterioro de la calidad de vida. En este sentido, este año el 67% de los encuestados manifiesta una satisfacción total o parcial con respecto a la calidad de vida en su localidad, frente a un 79% del 2020. El descenso es de los más significativos y ya no tiene que ver con el lugar de residencia.
Las mujeres sienten este año más estrés, tristeza, preocupación e intranquilidad. Así, se observa que el 52% de ellas manifiestan estrés (cifra que desciende al 43% en los hombres encuestados), el 31% de las mujeres expresa tristeza (19% de los hombres asegura sentirla), el 59% manifiesta preocupación (el porcentaje desciende al 47% en los hombres) y el 51% de las mujeres encuestadas siente intranquilidad (43% en los hombres).
La encuesta indaga además en la potencialidad migratoria. Este año, el 52% de los participantes del estudio afirma que probablemente se iría al exterior, frente a un 46% del 2020. Por otro lado, la posibilidad de migrar de ciudades grandes hacia las pequeñas dentro de nuestro país se mantiene alta y supera el 50%, al igual que en el 2020.
Por otro lado, la solidaridad se manifiesta como máximo valor, a pesar de estar viviendo un contexto pandémico, el sentimiento de cooperativismo, solidaridad y bienestar colectivo se destaca por sobre la autonomía y las libertades personales.