El atleta santafesino analizó los diferentes momentos que atravesó en pandemia y cómo transitó diferentes instantes desde que entrenó, sufrió por la ausencia de su hija y además confirmó que tuvo “bajones anímicos” hasta Tokio 2020 donde no pudo participar.
Germán Chiaraviglio, campeón sudamericano 2021 en salto con garrocha, reconoció que aprendió “a ser paciente” durante la pandemia, en la que valoró “las relaciones sociales”.
“¿Qué aprendí en pandemia? Primero, a ser paciente y saber que cualquier programa se puede caer y hay que volver a reformular. Esa resiliencia creo que es una prueba a la cual nos tuvimos que someter. Después a que las relaciones sociales son lo más importante que tenemos”, destacó Chiaraviglio en declaraciones a Télam.
¿Cómo fue la preparación en pandemia?
-Germán Chiaraviglio: La preparación fue muy especial. Rara, Distinta, cambiante, con muchas incertidumbres. Desde no poder entrenar en el momento más estricto de aislamiento, a acostumbrarnos a gestionar permisos, autorizaciones, pedidos, pasando por cambiar muchas veces los programas de entrenamientos porque las competencias se postergaban o se suspendían. Todo esto se agrava cuando transportás un tubo de cinco metros de largo para todos lados. Si hay pocos vuelos en general, vuelos que acepten garrochas, mucho menos. En diciembre de 2020 fui papá y obviamente no tuve la posibilidad de estar con mi hija en todo el período de la preparación. Entre viajes y entrenamientos muchas veces se hacía difícil.
-En abril del año pasado, apenas comenzó la pandemia, el entrenador argentino Julio Velasco, gloria del vóleibol mundial, dijo “esto es un triatlón y hay que aguantar”. ¿Pudiste aguantar?
-GCH: Creo que si aguanté, pero a diferencia de lo que a lo mejor piensa el común de la gente, los deportistas somos personas normales y como tales, tenemos bajones, retrocesos, momentos difíciles, duros, etc. Por ahí, por las características de la competencia, podríamos tener algunas herramientas más para aguantar un poco más, pero costó, aunque seguimos en carrera.
-: ¿Qué aprendiste en pandemia?
-GCH: Primero, a ser paciente y saber que cualquier programa se puede caer y hay que volver a reformular. Esa resiliencia creo que es una prueba a la cual nos tuvimos que someter. Después a que las relaciones sociales son lo más importante que tenemos. En el momento que tuvimos la necesidad de “aislarnos” o restringir los encuentros, creo que nos dimos cuenta lo importante que es vivir “junto” al otro.
-: ¿En algún momento de la pandemia tuviste algún bajón anímico o siempre te mantuviste enfocado?
-GCH: Obvio que tuve bajones anímicos, sobre todo en 2020. Apenas supimos la noticia de la postergación de los Juegos costó mucho, en una situación de aislamiento, poder sostener el foco en un objetivo deportivo. Sonaba muy lejano a la coyuntura del momento. También la pérdida de mi viejo y mi abuelo con quince días de diferencia fue un golpe duro.