Los restos fosilizados del mayor dinosaurio tricerátops jamás encontrado se vendieron el jueves en París por un precio récord en Europa: 6,65 millones de euros. Los museos franceses no pudieron competir.
Big John vagaba por la actual Dakota del Sur, en Estados Unidos, hace unos 66 millones de años, durante el período Cretácico Superior, la última era de los dinosaurios. Murió en una llanura aluvial, enterrado en el barro que lo mantuvo bien conservado.
En 2014, los paleontólogos lograron desenterrar el 60% del esqueleto del dinosaurio comedor de plantas, que fue ensamblado por especialistas en Italia.
Big John regresará ahora a su casa y entrará en la colección privada de su nuevo propietario sin nombre. La casa de subastas Drouot dijo que el comprador se había “enamorado” después de exponerlo al público en París la semana pasada.
El comprador se impuso a otros 10 postores, tres de los cuales elevaron el precio en los últimos minutos.
“La calidad general de Big John realmente merecía este precio”, dijo Iacopo Briano, paleontólogo que participó en la reconstrucción de Big John.
Un dinosaurio inconfundible
El esqueleto de Big John consta de 200 piezas, incluido un cráneo de dos metros de ancho.
Los científicos que analizaron sus huesos descubrieron que su cráneo era entre un 5% y un 10% más grande que el de otros esqueletos de tricerátops conocidos.
Hay señales de daños en el cráneo, que sugieren que puede haberse metido en al menos una desagradable pelea.
El tricerátops es uno de los dinosaurios más característicos gracias a los tres cuernos de su cabeza -uno en la nariz y dos en la frente-, que también dan al animal prehistórico su nombre en latín.